Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Año 12 - Número 41 - Noviembre 2019 / Secretaría de Prensa y Propaganda Nacional
RECORRIENDO INSTITUCIONES

Una visión ecológica y social

En esta edición, Revista 5/02 visitó a los trabajadores del Centro de reciclaje Basura Cero, quienes se refirieron a su realidad laboral y subrayaron la importancia de involucrarse por el bienestar ambiental.

El Centro de Basura Cero fue fundado en el año 2008. Se trata de una asociación civil sin fines de lucro; está firmemente comprometida con la preservación del ambiente, reciclado de residuos electrónicos y la defensa de los recursos naturales no renovables. Simultáneamente, crea puestos de trabajos inclusivos que permiten la capacitación constante de jóvenes con dificultades de inserción laboral.

Ubicado sobre la calle Saladillo 5975, en el barrio de Villa Lugano, (CABA), el Centro, abre sus puertas de lunes a viernes, para recibir centenares de equipos en desuso provenientes de distintos puntos del país. Éstos son analizados y seleccionados por 17 trabajadores, agrupados bajo el Convenio Colectivo de Trabajo 736/16 de UTEDYC. Se reparten en tres áreas fundamentales: técnica (recuperación de computadoras, monitores e impresoras), logística (permite llevar a cabo la organización y el orden de los procesos) y plástica (clasificación y molienda).

El equipo de Revista 5/02 visitó la Asociación y fue recibido por su director, Jorge Amar, un experto con amplia trayectoria en materia de reciclado. Con una profunda visión social y ecológica, siempre tiene un consejo y un mensaje de aliento para los compañeros que dirige.

Amar define al Centro como “una gran fábrica de ideas, donde el respeto es el Ave María” y detalla el arduo trabajo diario con un claro ejemplo: “El trabajador de Basura Cero escribe todo lo que hace y hace todo lo que escribe. Recibimos 400 toneladas de residuos electrónicos mensualmente. Nuestro objetivo es recuperar computadoras a través de la reparación y rescatar los plásticos de los equipos que ya no sirven a través de su molienda. Una carcasa, por ejemplo, puede obstruir un desagüe y, si se lo arroja en un río, tarda 470 años en degradarse. Eso ocurre porque la naturaleza no le reservó ese lugar. Entonces, se destina a la molienda y se comercializa por kilo para elaborar otros productos”.

Entre las explicaciones que brindó, diferenció al reciclado del enterramiento de residuos y sostuvo que en 50 años se exhumarán desechos con las mismas cualidades que en la actualidad: “Hoy pagamos para enterrar y dentro de unos años, para desenterrar. El primer impacto de esta decisión es la salud”. Asimismo, resaltó la trascendencia del proceso de clasificación, ya que se inhuman “el cinco por ciento de casi seis mil toneladas de cobre por día y un nueve por ciento de chatarra (latas), sin tener en cuenta que después hay que producirla nuevamente”.

En este sentido, Amar agregó que la ecología “tiene un correlato en la economía”, ya que desde el Centro, por cada tonelada de plástico molido, el productor ahorra “dos toneladas de petróleo y 140 mil litros de agua". Para concluir, expresó que la educación ambiental es cada vez menor en los ámbitos primarios, secundarios y universitarios y que los programas de concientización son “pequeñas campañas electorales”.

A continuación, 5/02 conversó con Alejandro Espinoza (Af. 252697), el trabajador más antiguo del Centro Basura Cero, quien desempeña sus labores dentro del área técnica. Allí revisa y clasifica los equipos que funcionan y los que no. “Armamos computadoras para la venta y para donaciones. Lo que no tiene reparación, se recicla. Las placas verdes y discos rígidos se venden por kilo. Si el gabinete está muy dañado, se comercializa como chatarra, al igual que las lectoras. Cuando ingresé no tenía noción y comencé a estudiar Reparación y Armado de PC. Jorge (Amar) me acompañó y motivó muchísimo para que pudiera hacerlo”, contó el compañero, quien destaca el gran valor humano de su entorno laboral y el rol de UTEDYC en su vida personal: “Hace pocos meses fui papá y me dieron el ajuar y los pañales. Fue una gran ayuda para mi grupo familiar. Tuve un accidente y la Obra Social siempre estuvo a disposición”.  

Facundo Melina (Af. 259335) ingresó dos años más tarde y comparte la visión ecológica y comprometida de Espinoza desde el sector administrativo, aunque también colabora en las funciones técnicas. Se encarga de las certificaciones, atención al cliente y mayormente, de las ventas. “Cuando Jorge no está, me ocupo de la caja, pero en el tiempo que tengo disponible también pruebo placas, monitores y notebooks”, comentó el compañero, que valora la gestión, representación y la calidad de los beneficios brindados por la Unión.

El constante trabajo del Centro Basura Cero requiere una gran tarea organizacional y de logística, como también un alto nivel de orden e higiene. En ese sector desarrolla sus funciones Mónica Fleitas (Af. 315355), una incansable trabajadora, quien destaca el papel de UTEDYC. La afiliada relató su experiencia en la Asociación: “Trabajo hace dos años y estoy muy agradecida a Jorge por estar acá. Es un gran lugar que implica mucha exigencia con la limpieza. Cuando uno entiende lo que significa el reciclaje, ve otra forma de vida porque es un mundo aparte. Siento un sindicato presente, que está para defendernos y para enseñarnos”, destacó Fleitas al equipo de 5/02.

Para coordinar envíos y donaciones: ASOCIACIÓN CIVIL CENTRO BASURA CERO
Saladillo 5975 Esq. Coronel Roca (CABA)
Mail: centrobasuracero@gmail.com
Tel. (011) 4604-2997