Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Año 12 - Número 40 - Julio 2019 / Secretaría de Prensa y Propaganda Nacional
UTEDYC Y SU GENTE: Evelin Pérez Lindo

“Con esfuerzo y sacrificio
todo se logra”

Constancia, perseverancia y voluntad. Así es como Evelin, que acaba de ganar una medalla de bronce en el Mundial de Taekwondo en Alemania, alcanzó la gloria.

Si bien la rutina de Evelin Pérez Lindo es agotadora, para ella este esfuerzo es el estímulo necesario que la empuja a alcanzar los éxitos. “Me levanto a las ocho de la mañana, tomo dos colectivos y viajo durante dos horas hasta llegar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entreno otras dos, vuelvo, me cambio y voy al club a dar tres horas de clases. Salgo del Club Estrella del Oeste en Villa Luzuriaga, vuelvo a casa y agarro el bolso para ir nuevamente a entrenar. Así me preparé tanto el año pasado para el mundial de Alemania como para el actual. El mes previo a cada competencia importante, entrenamos de lunes a lunes, o sea que los domingos tampoco tuvimos descanso. Vivía para esto. No tenía vida social. Lo hago porque es mi sueño. Con esfuerzo y sacrificio se logra todo. Las medallas que me gané las llevo con orgullo, con honor y nadie me las saca. Porque cada una de ellas tiene horas y horas de dedicación, de trabajo, de viajes. Los días de semana llegaba de entrenar a las dos de la mañana y al otro día me levantaba a las ocho para volver a entrenar. El esfuerzo que hacemos es inmenso, y obvio, vale la pena”.

Su madre, Sandra Olivera, es afiliada a nuestro gremio desde hace diez años, y con el mismo tesón y coraje, contribuye para que su hija continúe cumpliendo sus sueños.

Campeona, humilde y solidaria
Desde 2011 hasta la actualidad, Evelin clasificó a todas las competencias internacionales de esta disciplina. Las medallas se fueron sucediendo; obtuvo la dorada junto con el equipo argentino de Taekwondo en el Torneo Panamericano disputado en Brasil en 2018. Esta deportista de apenas 25 años, que defiende desde hace siete los colores de nuestro país, también le dedica tiempo a quienes más lo necesitan. “Doy clases desde los 15 años. Empecé a hacerlo para pagarme mis torneos, mis competencias. Amo enseñar, amo transmitir lo que amo hacer. Y gracias a dios tengo un grupo de padres que me apoyan. Para poder viajar a todas mis competencias hago rifas, organizo bingos, campeonatos de truco, me las rebusco porque no tengo un sponsor oficial que me permita ocuparme únicamente de entrenar. Además del entrenamiento, tengo que pensar en cómo sustentar mi viaje”.

Frente a las nuevas competencias que se presentan, la representante argentina en Taekwondo agrega: “estoy preparando a diez alumnos míos pertenecientes a las categorías infantiles y juveniles, para que puedan participar del Centro Sudamericano que se juega del 5 al 10 septiembre en Buenos Aires, y esa va a ser mi primera experiencia como competidora y como coach. Los chicos se están preparando físicamente: cada quince días cambiamos la rutina”.

Cuando se le consulta a qué atribuye lo conseguido además del esfuerzo, Evelin no duda: “Sin humildad no hay nada. Si me hubiese subido a la ola de la fama con todos los títulos que gané, hoy tendría solo eso: medallas. Y me perdería de mi familia, mis amigos, mis alumnos. No sirve de nada creérmela. No tendré lujos, pero soy de barrio, y con lo que tengo ya estoy feliz. Y eso lo valorás con humildad. El título que tengo es para llenarme de satisfacción por lo que conseguí, no para presumir delante de otros”.  

Respaldo y compromiso
En varias oportunidades, Evelin subraya el apoyo incondicional que recibe de su madre Sandra Olivera (afiliada N°242198), quien trabaja en la Obra Social del Personal Municipal de La Matanza y hace una década conoció a UTEDYC. “Desde hace diez años, nos dieron la posibilidad de ser parte de UTEDYC y fue la salvación para todos los empleados. Estuvimos 15 años sin delegados, y con la llegada de la Unión, empezamos a tener a alguien que nos defienda. Comprendimos la importancia de tener un gremio. Imaginate que no sabíamos qué era eso… Así que para mis compañeros fue importantísimo”. En diálogo con 5/02, Sandra termina la frase con una sonrisa: “es un gracias enorme a este gremio, porque el respeto que han tenido conmigo y con el trabajo de mi hija es enorme”.