Cuando la presión con la que la sangre circula por las arterias se mantiene elevada
obliga al corazón a esforzarse más y, si no se controla, puede dañar con el tiempo
órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones. Sin embargo, con
controles y hábitos saludables, es posible evitar las complicaciones que produce
una de las enfermedades más extendidas a nivel mundial.
Esta patología crónica suele no presentar síntomas, pero sus consecuencias
pueden ser graves. Por ese motivo, es fundamental detectarla a tiempo a través de
chequeos periódicos.
Asimismo, medirse la presión de manera correcta es fundamental para obtener
valores confiables y evitar errores que puedan retrasar el diagnóstico. Una toma
inadecuada puede generar resultados erróneos y confundir tanto al paciente como
al profesional de salud.
Para hacerlo correctamente, OSPEDYC recomienda:
● Descansar al menos 5 minutos antes de la medición.
● Ubicarse en un ambiente tranquilo, sin hablar ni moverse durante la toma.
● Sentarse con la espalda apoyada, los pies en el piso y el brazo descubierto y
apoyado a la altura del corazón.
● Colocar el brazalete del tensiómetro directamente sobre la piel, ajustado
correctamente.
Realizarse controles, conocer los factores de riesgo y sumar hábitos simples
—como reducir la sal, moverse más, mantener un peso saludable y no fumar—
puede hacer una gran diferencia para prevenir complicaciones en la salud.
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