Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Secretaría de Prensa y Propaganda Nacional
UTEDYC y su Gente

“Me siento acompañado por el gremio, siempre está al pie del cañón”

Así como la banda roja cruza el escudo de la institución en la que presta servicios, River Plate ha atravesado su vida y se ha transformado en su lugar en el mundo. Rodeado de camisetas, pantalones, botines y fotos. Imágenes de momentos imborrables que marcaron un hito en su corazón. Entre mate y mate, Raúl Quiroga, conocido entre el plantel profesional como “Pichi”, además de ser el utilero del club, hace 31 años que está afiliado a UTEDYC.

Uno de los primeros en llegar y uno de los últimos en irse. Es el encargado de que día a día cada futbolista tenga la indumentaria adecuada para el entrenamiento, de que cada preparador físico tenga los elementos para trabajar, de que el plantel cuente con la hidratación adecuada. Esta actividad se incrementa los días de partido cuando visitan otra institución: no puede olvidarse nada. “Es un laburo arduo pero satisfactorio”, comenta uno de los empleados con mayor antigüedad en el club.

Cuando lo eligieron para hacerse cargo de la utilería, cuenta Raúl que no tenía experiencia. “Me enseñaron todo y me fui haciendo con el paso de los años”. Pichi narra el costado de la historia que no se ve y a la que los medios no llegan: el vestuario. “Con los jugadores terminás teniendo una relación de amigo o de psicólogo”, explica entre risas. Subraya el esfuerzo que hay alrededor del fútbol: “Es un sacrificio muy grande, no sólo en el trabajo, como puede ser en pretemporada, que tenés tres turnos diarios, sino a nivel familiar también. Mi mujer tuvo que hacer de padre y madre al mismo tiempo porque yo estuve muchas horas fuera de casa”. Aunque reconoce que sin este trabajo no hubiese podido conocer distintos lugares en el mundo como Japón.

Su relación con UTEDYC. Durante más de tres décadas, Raúl Quiroga ha disfrutado de los beneficios de turismo que brinda la organización: “Huerta Grande es muy lindo y cuando puedo voy”. Y valora el acompañamiento que recibe desde hace años tanto de OSPEDYC como del sindicato: “Me siento acompañado por el gremio, siempre está al pie del cañón”. Pichi cuenta que su trabajo es distinto al del resto del club, ya que su compromiso y su presencia es fundamental para poder abastecer al plantel profesional de fútbol. “Uno siempre tiene que estar porque el fútbol no se para. A veces uno se siente mal porque no puede acompañar a compañeros de otro sector, pero ellos saben que, aunque no esté físicamente, estoy”.

El experimentado trabajador vierte las últimas gotas del termo sobre ese mate al que todavía le queda yerba seca. Ante la observación sonríe. Ser parte, durante treinta años, de la historia de uno de los clubes más grandes de la Argentina va dejando experiencias, anécdotas y saberes, entre ellos la de un buen cebador.


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