NEWSLETTER N° 62 | MAYO 2019

 

Sin duda, el 1° de Mayo es una de las fechas más importantes en la historia del Movimiento Obrero Internacional. Fue instaurada como jornada de reivindicación de los derechos de los trabajadores en 1889, en el marco del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, en homenaje a los mártires de Chicago, aquellos miles de obreros ejecutados luego de una gran huelga en reclamo de mejores condiciones laborales.

En un nuevo aniversario de este Día, queremos recordar a nuestros propios mártires. En especial, a aquellos 1500 obreros fusilados en Santa Cruz por soldados del ejército entre 1921 y 1922. Estos hechos fueron conocidos por la célebre novela de Osvaldo Bayer como La Patagonia rebelde. Paradójicamente, tuvieron lugar bajo un gobierno democrático, el de Hipólito Yrigoyen, que años más tarde sería derrocado por el Gral. Uriburu en el primer golpe de estado militar en Argentina.

Entre otras cosas básicas, los huelguistas, trabajadores de la lana, cuyo precio había caído luego de la Primera Guerra Mundial, exigían cien pesos por mes, que las instrucciones del botiquín estuvieran en castellano y no en inglés, y que se les diera un paquete de velas por mes para tener algo de luz durante la noche. Condiciones paupérrimas y el abuso de los patrones, en su mayoría ingleses, los llevaron a unirse en el reclamo. Hacía unos años habían comenzado a organizarse las Federaciones Obreras Argentinas, y desde los puertos del sur del país se iniciaron movimientos para sindicalizar a los obreros. La respuesta de los estancieros con influencia en la policía local y en la política nacional, fue despiadada. Presionado por estos poderosos hacendados y por el gobierno británico, Yrigoyen envió al ejército a negociar. Dado que no se cumplió el acuerdo, la protesta recrudeció con la consecuente represión y fusilamiento de los trabajadores en manos del Teniente Coronel  Varela. La Patagonia Trágica es el otro título que conmemora estos terribles acontecimientos históricos.

 

UTEDYC estuvo presente en el lugar de los hechos. Recorriendo la ruta que hoy en día marca y recuerda los distintos sitios de la masacre obrera. Hacemos memoria y transmitimos nuestra solidaridad a todos los trabajadores del país que siguen luchando por sus derechos, por un salario digno y por condiciones laborales justas.

 

 

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