La Asociación Civil Memoria Abierta es una de las tantas instituciones sin fines de lucro a cuyas/os trabajadoras/es representa UTEDYC. La Revista 5/02 digital dialogó con la Licenciada en Ciencias Económicas, María Alejandra Pavicich (Afiliada N°314485), quien trabaja en dicha organización desde sus inicios. En la víspera de un nuevo aniversario por la Memoria, la Verdad y la Justicia, conocé cómo es su experiencia en una reconocida entidad, pionera en Derechos Humanos en América Latina.
A comienzos de 2000, era necesaria una institución que tuviera los recursos para llevar adelante todo el trabajo de preservación del patrimonio documental de las organizaciones de Derechos Humanos, que se habían constituido durante el terrorismo de Estado. “Había un gran patrimonio que se estaba perdiendo porque estaba disperso o era inaccesible, y se necesitaba que, sistemática y profesionalmente, se hiciera un trabajo de reunir, organizar y dar acceso a ese material”, explica María Alejandra Pavicich. Así surgió la Asociación Civil Memoria Abierta, que pocos años después mudó sus oficinas a la ex ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada). “La fuerza de transmisión de lo que habla el lugar es sumamente importante para el espacio de la memoria”, expresa María Alejandra subrayando la significación de marcar presencia en ese espacio emblemático del terrorismo de Estado en nuestro país. Y agrega que la importancia radica en “pertenecer y ser parte de ese colectivo de instituciones públicas y sociedad civil” en pos de un mismo objetivo.
En ese lugar, la compañera Pavicich es una de las coordinadoras del equipo y la encargada de llevar a cabo el trabajo de desarrollo y fortalecimiento institucional, y la búsqueda de fondos. “Está ordenado en distintas áreas temáticas como pueden ser: el Patrimonio Documental, que trabaja con el acervo documental, o el Archivo Oral, que hoy tiene más de mil testimonios de distintos actores sociales y que ha sido pionero en América Latina”.
“La relación es similar y cercana”, explica con respecto al diálogo que mantiene Memoria Abierta con el resto de los países de la región. “Hay una coordinación desde lo represivo que después continuó para enfrentar los legados, las consecuencias de esos sistemas violentos, ya sea por dictaduras o por conflictos armados internos, América Latina tiene una historia muy hermanada”.
En la víspera de un nuevo aniversario del 24 de marzo, un día que invita a la reflexión por la Memoria, la Verdad y la Justicia, la compañera María Alejandra se emocionó al compartir su experiencia sobre qué significa para ella cuando se acerca esta fecha: “Lo que más me dejó es haber conocido a mujeres que desde el movimiento de DDHH han sido un ejemplo dentro de nuestro país y en todo el mundo. El símbolo de las Madres de Plaza de Mayo, que siempre han reclamado justicia y nunca venganza. Siempre en el espacio de las instituciones. Ellas tienen una resiliencia y una capacidad de convertir eso terrible que les ha pasado, en transmitir esas ganas de seguir: eso es encomiable”.
Durante la conversación hubo tiempo para el recuerdo de aquella jornada de marzo de 2004, cuando el por aquel entonces Presidente Néstor Kirchner hizo bajar los cuadros de los militares como símbolo de una política de lucha: “fue muy conmovedor ver a muchas madres y sobrevivientes que pudieron entrar al lugar para honrar la memoria de sus desaparecidos. Fue un mensaje para toda la sociedad que marcó un antes y un después en la conciencia social”.
En relación a las declaraciones políticas en materia de Derechos Humanos llevadas adelante durante el gobierno de Mauricio Macri, María Alejandra Pavicich fue concluyente: “hubo muchas declaraciones públicas negacionistas, pero no voy a cuestionar sobre números porque están desaparecidos y los seguimos buscando. Primero que digan los militares dónde están y después sabremos cuántos son”.
La compañera subrayó el rol fundamental que tienen los sindicatos tanto en la transmisión de la memoria como en la capacitación de sus propios trabajadores, y agregó: “no estaríamos en UTEDYC si no compartiera esos valores”.
Sobre el significado que tiene la palabra Memoria, explicó que en principio deberíamos hablar de memorias, en plural. Para luego leerla en clave de presente: “Sin memoria no hay posibilidad de construir una juventud crítica que tenga compromiso y que tenga las herramientas para ser actor activo de este presente que le toca vivir. Que tenga una opinión fundamentada en herramientas. Conocer el pasado es importante para construir cualquier tipo de presente”.
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