Entrevista a Carolina Mera
En diálogo con 5/02, la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se refirió al acuerdo con nuestra organización y a sus alcances y objetivos.
UTEDYC y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) han creado, en forma conjunta, una Diplomatura en Gestión Sindical. En ese marco, la Dra. Carolina Mera concedió al equipo de la Revista 5/02 un reportaje en el que destacó las cualidades de los líderes sindicales. La Decana se refirió a la importancia de producir conocimientos desde diferentes experiencias y definió su perspectiva en relación al universo laboral de la actualidad.
En la Facultad de Ciencias Sociales, es la primera vez que una mujer ocupa el cargo como Decana,
¿cómo resultó ese proceso y qué significado tuvo para Ud.?
Es un desafío. Hay que estar a la altura de las demandas, reclamos y de cómo se van moviendo, de alguna manera, los límites de lo posible para las mujeres. Siempre estuve involucrada con el movimiento de mujeres y con el compromiso hacia una igualdad de género en los ámbitos en los que hice gestión, que siempre fueron académicos. Si uno observa la estructura, en la medida en que aumentan las jerarquías, hay cada vez menos mujeres, cuando el universo es prácticamente del 50 y 50 por ciento. Para quienes estamos en cargos de gestión, el desafío que se presenta es el de romper esa barrera, construir los dispositivos institucionales para canalizar esa energía social, e ir un paso más.
¿Cuál es el rol de las Ciencias Sociales en el contexto actual?
Son parte de la producción del conocimiento que es marginado y estigmatizado en primera instancia porque tiene una postura crítica, y porque contribuye a formar una imagen y una visión del mundo basada en un modelo de país con ampliación de derechos, igualdad, equidad y que se propone a mejorar cada día. Durante más de una década, el Estado hizo una apuesta fuerte a las universidades públicas y las ciencias sociales adquirieron un papel de interlocutor. Hubo un gran aporte por parte de muchos docentes e investigadores en ese período, que eran convocados para asistencia técnica o para conformar políticas públicas, por ejemplo.
El acuerdo entre UTEDYC y la Facultad de Ciencias Sociales es un ejemplo de articulación entre el ámbito académico y el sindical, ¿cuál es su objetivo principal?
Es muy importante. Es parte de nuestra misión crear estas redes y conexiones, tanto con gremios como con movimientos sociales y colectivos. La intención es que lo que genera la universidad pública vuelva a la sociedad de diferentes maneras: a través de la formación de profesionales, de la contribución en políticas públicas, y también de la mano de la capacitación y del trabajo conjunto. En este sentido, los sindicatos son actores esenciales, ya que el país se sostiene con la labor de los trabajadores de las distintas áreas sindicalizadas, de la economía popular y de los ámbitos que empiezan a surgir a partir de las transformaciones de la estructura económica.
¿Cuáles son los aportes de la UBA y cuáles los de nuestra organización en este convenio?
Para nosotros, la Diplomatura en Gestión Sindical es fundamental porque puede potenciarse la capacitación de los líderes gremiales y, al mismo tiempo, impulsar un ida y vuelta que permita enriquecer a los docentes y a la institución. La intención es integrar ámbitos diferentes, que resulta uno de los puntos clave de esta formación.
¿Y cuál es su alcance?
Las competencias que puede adquirir un líder sindical en cualquier entorno y por medio de su experiencia, ya sea de diálogo, negociación o con sus pares de organización, son destacables. Resultan capacidades exquisitas en una sociedad que se pretende democrática y comprometida con la Justicia Social. Por otro lado, la universidad produce otro tipo de conocimientos relacionados con la sistematización de la información y de esas prácticas. El objetivo es desarrollar todo ese trabajo en un ámbito de debate e intercambio con participantes que cuentan con un gran capital cultural, organizativo, militante y de trabajo.
¿Qué otras acciones pueden contribuir al trabajo conjunto entre la universidad pública y los sindicatos?
A través de campañas de difusión sobre cuestiones de género, nuevas formas de trabajo, concepciones de la migración o de derechos humanos, por ejemplo. Son aspectos y problemáticas de la vida cotidiana que podemos abarcar desde las Ciencias Sociales. Nuestras investigaciones se hacen a partir de la coproducción del conocimiento, que se construye a partir del contacto con el otro. Y cuando ese saber es sistematizado, comprometido y con una mirada que promueva los derechos en general, puede generar un gran impacto. Las organizaciones de las trabajadoras y trabajadores son espacios privilegiados para ello porque hay una gran cantidad de conocimientos originales, creativos y críticos que se podrían pensar desde los ámbitos gremiales. Es tan importante el saber de un docente como el de un líder sindical; es necesario situarlos en un lugar de equivalencia.
Ana Catalano:“El mundo del trabajo cambióy el delegado debe prepararsepara afrontarlo”
La Vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA aportó su punto de vista en relación a la Diplomatura en Gestión Sindical y a los desafíos que se avecinan en materia laboral.
Profesora de la materia “Sociología del Trabajo” y especialista en el campo del Trabajo, Ana Catalano valoró el acuerdo entre la Universidad de Buenos Aires y UTEDYC. Asimismo, explicó que el objetivo principal es “crear una cultura nueva” a través de un programa orientado a los delegados y dirigentes de nuestra organización, “siempre pensando en la formación de base”.
En ese sentido, puntualizó que hay conocimientos codificados, que son aquellos que están formalizados en un esquema; y saberes no codificados, vinculados al área experiencial. La intención es articular ambos conceptos por medio de la Diplomatura en Gestión Sindical,
definida como “columna vertebral” de ese proceso.
A su vez, Catalano destacó que los delegados y dirigentes tienen “un enorme saber de la experiencia” y, al mismo tiempo, advirtió los nuevos desafíos que deben afrontar en el nuevo escenario: “El mundo laboral cambió y para negociar hay que prepararse constantemente; por ejemplo, en materia de comunicación”.
En esa línea, agregó que en los últimos años se produjo un gran avance tecnológico que impactó de forma directa en las fuentes de trabajo y en el rol del delegado: “Debemos reformular el concepto de trabajo decente para las nuevas realidades, porque no puede entenderse con las mismas categorías de treinta años atrás”.
Por último, la Vicedecana concluyó su mensaje invitando a generar nuevos vínculos y espacios de debate y construcción de conocimientos: “Es necesario crear foros permanentes de intercambio sobre el campo laboral y de diversos temas, tener mucho compromiso, y realizar actividades conjuntas”
