#UTEDYCenVIVO
El jueves 8 de octubre, en el marco del ciclo #UTEDYCenVIVO, tuvo lugar la disertación sobre “Teletrabajo: ¿El futuro del trabajo que queremos?”, a cargo del abogado laboralista y Relator de la Comisión de Trabajo de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Raúl Ferrara.
Jorge Ramos, Secretario Gremial Nacional, fue el encargado, en nombre de la conducción nacional, de brindar la bienvenida al especialista de esta nueva jornada virtual, de la que participaron afiliadas y afiliados de todo el país. Acto seguido, Ferrara comenzó su exposición, en la que realizó un repaso histórico y un contundente análisis sobre el teletrabajo en el presente.
En primer lugar, señaló que esta modalidad apareció de manera repentina en la vida cotidiana y en la agenda del mundo del trabajo. En tal sentido, precisó que si bien se ha hablado mucho acerca de esta forma de trabajo en los últimos meses, eran muy pocas las personas que la practicaban antes de la pandemia: “No era un concepto novedoso en nuestro país. Durante la crisis del petróleo en la década del 70, un economista planteó el problema de la movilidad frente a la escasez del combustible y surgió esta idea de desplazar el trabajo hacia los hogares. Fue una definición muy embrionaria, ya que en ese entonces no había internet ni computadoras personales, que recién comenzaron a incorporarse a principios de los 80”.
En esta línea, el especialista añadió: “El primer documento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se refiere a esta temática data de 1997, con una concepción distinta, basada en la integración de los trabajadores a los ciclos productivos, pero desde sus casas. Algunos de los estudios de ese momento ya mencionaban, por ejemplo, que en el Reino Unido el 2% de las trabajadoras y trabajadores realizaban teletrabajo”.
A continuación, enumeró diferentes elementos para caracterizar el teletrabajo. Entre ellos, destacó la deslocalización del empleo, que suprime el desplazamiento del trabajador desde el establecimiento laboral hacia otro lugar, que puede tratarse o no de su hogar; la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para su implementación, y el contexto actual del teletrabajo, dado por la 4ta. Revolución Industrial, caracterizada por la masividad, la inteligencia artificial, y por “máquinas que dialogan entre sí para construir nuevos conocimientos”.
Para regular la figura y proyectar los alcances del teletrabajo en Argentina, el asesor del Ministerio de Transporte hizo especial hincapié en la necesidad de realizar un análisis que contemple el estado de la infraestructura tecnológica y de telecomunicaciones. En tal sentido, agregó: “Desde mediados de marzo, debimos adaptarnos a esta situación y muchos de los puestos de trabajo presenciales empezaron a desarrollarse bajo esta modalidad. ¿Soportaba nuestra matriz tecnológica este cambio radical en los esquemas de producción y en las relaciones de trabajo? Un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) arrojó como conclusión que contamos con un aparato productivo rezagado en términos tecnológicos, quizás como consecuencia de los avances y retrocesos de los distintos ciclos productivos y económicos del país. Pero también, se encuentra retrasada la transformación digital en los hogares, ya que muchos de ellos no tienen acceso individual o simultáneo a la tecnología, o no disponen del conocimiento para utilizarla”.
“¿De qué forma se compone nuestra matriz productiva?” se preguntó el Dr. Ferrara. “De una estructura en la cual el sector de servicios cuenta con mayores posibilidades de ser teletrabajable; de otro vinculado al ámbito rural, con menores probabilidades, y de los sectores industriales que, si no poseen altas tecnologías, es factible que tengan dificultades para implementar el teletrabajo. El estudio del CIPPEC también dio cuenta de que el 40% de los trabajos en Argentina no son teletrabajables y que,en las condiciones actuales de este aparato productivo, solamente el 18% podrían abordarse bajo esta modalidad. Obviamente, la pandemia, ha forzado estos porcentuales”, deslizó.
Posteriormente, comentó que la llegada del COVID-19 situó al teletrabajo en un lugar central de la agenda laboral e instaló un debate que finalmente tuvo tratamiento parlamentario: “Legislamos en emergencia en relación con el mundo del trabajo y de la salud, entre otros. El teletrabajo que estamos desarrollando no es un fenómeno productivo, sino una respuesta sanitaria a la necesidad de evitar la circulación de las personas y del virus. Se adoptaron medidas que, en muchos casos, se podrían haber cuestionado, como la falta de voluntariedad. A nadie se le consultó si quería teletrabajar o no. El peligro del sostenimiento de esta situación en el tiempo es que se naturalicen estas normativas de emergencia en la post-pandemia. Por ese motivo, resultó muy favorable que se discutieran normas regulatorias en el Congreso”.
Para Ferrara, el debate en torno a la Ley 27.555 (Régimen Legal del Contrato de Teletrabajo) fue saludable y constituyó un gran aporte para el mundo laboral en este delicado momento: “en (la Cámara de) Diputados, se aprobó casi por unanimidad. Pero cuando ese proyecto de ley llegó al Senado, tuvo mucha resistencia. Finalmente fue aprobado por 40 a 30. Eso habla de la paridad y de cuánto costó”.
Entre los puntos de esta normativa, resaltó al derecho a la desconexión digital, el cual asiste a todas las trabajadoras y trabajadores, y no solo a quienes desempeñan sus funciones a distancia: “Es fundamental que exista un límite de la jornada. Más aún cuando las tecnologías de la información y comunicación son el medio a través del cual se trabaja”. También hizo referencia al apartado sobre las tareas de cuidado durante la jornada laboral: “la agenda de género introdujo este concepto al permitir que las trabajadoras y trabajadores compatibilicen los horarios con esas labores, sin que ello implique un menoscabo a sus derechos por parte del empleador. Es un paso adelante para erradicar la brecha de género que tanto afecta al mundo y, en particular, a Argentina”.
Otro de los temas que se abordaron durante la conversación fue el trabajo trasnacional. En tal sentido, el Dr. Ferrara explicó que esta problemática laboral tiene su fundamento en la disminución de costos laborales: “Sería muy fácil implementarla a partir del teletrabajo, con el objetivo de reemplazar trabajadoras y trabajadores radicados en Argentina, mediante la utilización de legislaciones mucho menos protectorias y con salarios más bajos, para realizar las mismas tareas, de forma remota y desde otro país. Por ese motivo, para desalentar la importación remota de mano de obra, esta ley introduce el concepto de autorización del Estado”.
Antes de dar lugar a las preguntas de las afiliadas y afiliados de UTEDYC, el Dr. Raúl Ferrara concluyó: “La Ley 27.555 establece un piso a partir del cual se van a poder incorporar más y mejores derechos por medio de la negociación colectiva. Constituye una enorme responsabilidad para las organizaciones sindicales, porque son quienes van a tener que discutir de qué forma, en cada actividad, y bajo qué modalidad, es posible regular y establecer mejores derechos en función de las particularidades. Cuando esta ley entre en vigencia noventa días después de concluido el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, implicará muchas tensiones. Y, en función de ello, los gremios deben analizar estrategias para evitar que se destruyan los lazos solidarios y el pensamiento colectivo de compartir y socializar en un ambiente común. La acción sindical no será la misma con las teletrabajadoras y teletrabajadores. Lo que va a definir el objetivo del teletrabajo es el para qué de la tecnología. Hay que aprovecharla para mejorar la calidad de vida de las personas”.
La próxima jornada de #UTEDYCenVIVO se realizará el jueves 15 de octubre a las 19. Estará a cargo del ensayista y docente de Filosofía, Darío Sztajnszrajber, quien expondrá sobre “El confinamiento simbólico: el cambio en los lazos sociales”.
Para ver la disertación completa hacé clic aquí
Contacto: prensaypropaganda@utedyc.org.ar
Si te interesó podés seguir leyendo
