Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Secretaría de Prensa y Propaganda Nacional

Teletrabajo: las cifras de esta nueva modalidad que se instaló en el mundo laboral

A través del Departamento de Digitalización y Nuevas Tecnologías Nacional, la Unión implementó una encuesta online con el objetivo de conocer la situación laboral en la que se encuentran las trabajadoras y trabajadores representados por nuestra organización.

La irrupción de la pandemia ha tenido un impacto directo en la vida cotidiana y en el mundo del trabajo. Por un lado, agilizó e intensificó la inserción de las tareas laborales mediante el uso de TICs; por el otro, visibilizó y profundizó las desigualdades en términos de acceso a la conexión y de compatibilidad entre tareas laborales y de cuidado.  

El Teletrabajo no era una forma de trabajo frecuente en la Argentina. Según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicados en 2017, sólo el 1,6 % de las personas trabajadoras se encontraban desempeñando tareas bajo esta modalidad. La coyuntura actual precipitó el cambio y muchas personas, que no estaban preparadas, tuvieron que adaptarse y desarrollarla a partir del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.

En este contexto de incertidumbre, nuestra organización implementó una encuesta online, anónima y autoadministrada, que se analizó en dos etapas. La finalidad fue conocer las opiniones, la percepción y las realidades en la que se encontraban realizando sus labores las trabajadoras y los trabajadores representados. Participaron, fundamentalmente de los Convenios Colectivos 736/16 (Personal de Entidades Deportivas y Civiles, con el 75,27%), seguido por el 496/07 (Personal de Mutuales, con el 11,19%), el 581/10 Personal de Clubes de Campo y demás conjuntos Inmobiliarios, con el 3,65%.  

De la misma, se desprendió que, sobre un total de 1314 encuestados, el 84,55% es la primera vez que teletrabajaba. En cuanto a la intervención por géneros, el 72,07% resultó ser Femenino, el 27,02% Masculino y el 0,91% No Binarie. Los rangos etarios más representados fueron las franjas que van entre los 36 a 45 años (34,02%) y la comprendida entre los 26 y 35 años, con el 30,37%.

Durante los cinco meses que estuvo vigente la encuesta, hubo una evolución del debate en la comunidad. Esto se debió, en parte, a que al comienzo no existía una ley que regulara el Teletrabajo. La misma fue publicada en el Boletín Oficial durante el mes de agosto, casi al final de la encuesta. Por tal motivo, fue interesante observar cómo evolucionaron algunas opiniones a lo largo de ese tiempo.  

Para abordar el objeto de estudio de la investigación se establecieron cinco dimensiones de análisis, tales como:  

1) Experiencia con el Teletrabajo y utilización de la tecnología. Respecto al uso de distintos softwares propios de la empresa para trabajar de forma remota, el 57,23% dice haber trabajado con uno. Por otro lado, el 53,96% tuvo acceso remoto a la PC de su lugar habitual de trabajo, y un 46.50% empleó videollamadas o teleconferencias para cumplir con sus tareas. Entre las plataformas más usadas, se destacaron Zoom, Google Meet y Jitsi.  

En relación a los dispositivos tecnológicos más utilizados para el Teletrabajo, los encuestados pudieron elegir más de una opción. Los más recurrentes fueron Notebook (61,95%), Smartphone (42,92%) y PC de Escritorio (39,57%). Con el transcurso de los meses, creció el uso de la computadora tradicional, a la vez que disminuyó el de Notebooks y Smartphones.  

Asimismo, resultó de suma trascendencia saber con qué herramientas tecnológicas contaban las y los trabajadores, y cuáles fueron proporcionadas por los empleadores. En este sentido, el 57,84% no recibió ningún elemento por parte del empleador para trabajar desde su casa. En tanto, entre quienes sí recibieron elementos para teletrabajar, se destacaron el Celular (15,83%) y la PC de Escritorio (12,63%).  

2) Organización, control de la jornada laboral y protección de datos personales. En este apartado, la mayoría de los encuestados contó con la posibilidad de tener flexibilidad horaria, adaptada dentro de ciertos límites (47,87% de los casos), seguido del cumplimiento de la jornada laboral de forma fija sin posibilidad de cambios, con el 32,65%. Con el transcurso del tiempo, en la Etapa 2, creció el trabajo fijo sin posibilidad de cambio y disminuyeron levemente la flexibilidad horaria y, en mayor medida, la posibilidad de trabajar por objetivos. Observándose un cambio en la dinámica y organización de la jornada laboral.  

Por otra parte, el 43,77% afirmó ser controlado. La forma principal fue a través del logueo mediante E-mail. En cuanto a la protección de los datos personales, así como de la intimidad de las y los trabajadores que se encontraron trabajando bajo la modalidad de Teletrabajo, el 51,07% respondió que el empleador no tenía acceso a los archivos de su computadora personal, mientras que el 31,58% respondió que sí; el restante 17,35% no precisó.  

Otro aspecto importante fue conocer si los empleadores conocían en tiempo real la ubicación de las y los trabajadores. En este caso, la mayor concentración de respuestas fue negativa, con el 44,29%.

3) Tareas, cambios tecnológicos y capacitación. Entre las labores que realizan las personas encuestadas, la mayoría (58,22%) corresponden al área administrativa. Profundizando en los cambios tecnológicos y el vínculo que establecen con su trabajo, se les consultó si sus tareas habituales se habían visto afectadas por estos cambios: el 19,03% afirmó que sí.  

A su vez, se indagó por el aspecto cualitativo de estos cambios, es decir, si fueron positivos o no. Se observó una variación de las respuestas a lo largo del tiempo: en la Etapa 2, disminuyó la valoración positiva en casi 12 puntos porcentuales respecto de la Etapa 1.  

En referencia a las capacitaciones que habían recibido las trabajadoras y trabajadores durante el año 2019, atendiendo a las circunstancias cambiantes y a la necesidad de estar actualizándose continuamente, el 73,97% señaló que no recibió ninguna. En lo que respecta al contenido de las mismas, la opción más elegida fue la de espacios de formación vinculados al trabajo que realizan (58,77%).  

4) Opiniones y preferencias acerca de trabajar en forma presencial o Teletrabajo. En esta dimensión, se intentaron reflejar las inclinaciones de las personas encuestadas al momento de trabajar. La mayoría (57,08%) optó por realizar Teletrabajo, mientras que el 42,92% decidió hacerlo de forma presencial.

En este aspecto, se incorporó para el análisis, los rangos etarios y la posibilidad de la existencia de brecha digital entre jóvenes, adultos, y adultos mayores. Al analizar estas preferencias por rango etario, se desprendió que el porcentaje más elevado de quienes desean Teletrabajar se encuentra en el rango de los 18 a 25 años, con el 66,67%. Mientras que, quienes están entre los 46 y 55 años, prefieren hacerlo en menor medida, con el 53,25%.  

A nivel general, aquellas personas que prefieren Teletrabajar, resaltan como aspecto positivo la posibilidad de poder regular el tiempo y ser más productivos. Esta opción fue la más elegida, con el 72,67% de las respuestas. Quienes desean cumplir sus tareas laborales de forma presencial, señalan como punto negativo que, bajo la modalidad de Teletrabajo, dedican más tiempo a las tareas laborales ( 44,50%).  

Cabe destacar que, en el final de la encuesta, se incluyó una opción de respuesta mixta, en la que se podía elegir trabajar durante algunos días de la semana de manera presencial y otros realizando Teletrabajo. El 66,59% se inclinó por esta opción de trabajo.  

5) Conciliación entre vida familiar, tareas de cuidado y vida laboral. Resultó muy importante analizar esta dimensión con perspectiva de género, ya que muchas veces termina recargándose en las trabajadoras todo el peso de las tareas del hogar y de cuidados. Por ese motivo, se indagó si las y los trabajadores tenían personas a su cuidado. El 56,70% respondió que tenía hijos o adultos mayores a su cuidado.  

El 84% de las personas encuestadas combinó Teletrabajo y tareas de cuidado. Ejercer este doble rol es complejo, y puede resultar estresante para las personas. Por tal motivo, se incluyó en la encuesta una pregunta acerca de esta cuestión. En la Etapa 2, se ve un incremento de casi 15 puntos en el nivel de estrés de las personas respecto de la Etapa 1.  

Cabe destacar que el estudio se realizó con perspectiva de género. En tal sentido, los resultados arrojaron que los hombres, en el 57,46% de los casos, tienen personas a su cuidado; las mujeres, en el 56,60%, y no binaries, en el 41,67%.    

Si bien se encuentran valores similares entre los géneros, resultó interesante observar cómo se distribuye la combinación de tareas laborales y de cuidados. Es decir, que si bien presentan cifras parecidas, son las mujeres (85,45%) quienes en mayor medida deben combinar tareas de cuidados y laborales, presentado una diferencia de casi 11 puntos porcentuales entre ambos géneros.  

La pandemia, además de modificar las formas de trabajo, provocó, en muchos casos, que los tiempos de las jornadas se volvieran difusos. En este punto, el 35,61% respondió que a veces es contactado fuera de la jornada laboral, mientras que el 29,69% dice haber sido contactado todos los días; un 22,51%, muy pocas veces.  

En este sentido, si se suman los porcentajes de las categorías “A veces” y “Todos los días”, se obtiene como resultado que, en el 65,3% de los casos, las personas frecuentemente fueron contactadas fuera del horario laboral. A su vez, si a ese porcentaje le sumamos la categoría “Muy pocas veces”, en el 87,71% de los casos las personas fueron contactadas fuera de horario laboral.  

Este informe, que constituyó un gran aporte para distintas organizaciones y portales digitales especializados en la temática, tuvo por objetivo visibilizar la situación de las trabajadoras y trabajadores de nuestra organización bajo esta nueva modalidad de trabajo, conocer de manera directa la opinión de nuestra comunidad para dimensionar los inconvenientes y preferencias en la implementación de políticas en el mediano plazo. UTEDYC refuerza las convicciones respecto a cinco ejes centrales: la importancia de defender los derechos, también en materia tecnológica y digital, el análisis estratégico del impacto de las innovaciones tecnológicas en el trabajo, la defensa de los puestos laborales, el rol sindical en la formación y recalificación profesional de las personas trabajadoras y el alcance sindical de nuevos perfiles de puesto que surgen con las nuevas tecnologías.

Podés leer el Informe de la encuesta haciendo clic aquí: Informe Encuesta Teletrabajo

Contacto: prensaypropaganda@utedyc.org.ar