Nuestra organización participó del encuentro virtual titulado "Abordaje y Prevención de las Violencias en el Mundo del Trabajo", organizado por la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral y la Red Sindical Ambientes de Trabajo Libres de Violencia.
El primer panel, denominado "Los derechos de las mujeres en el mundo del trabajo: una mirada desde la prevención de las desigualdades", fue moderado por Ana Nuñez, Secretaria de Cultura y Derechos Humanos Nacional de UTEDYC, y contó con las disertaciones de las abogadas y referentes cubanas, Liset Mailen Imbert Milan y Lidia Guevara, como también de la reconocida abogada feminista Nelly Minyersky.
Luego de brindar la bienvenida y su agradecimiento a todas las compañeras y compañeros presentes, Ana Núñez destacó el rol de las organizaciones sindicales y de la Red Intersindical Nacional, de la que forman parte 106 gremios de las tres centrales obreras: “Tenemos el firme compromiso de visibilizar y concientizar sobre esta problemática, como también brindar herramientas de prevención y contención”.
En esta línea, se refirió a la importancia de la implementación del Convenio 190 y la recomendación 206 de la OIT, ratificados por nuestro país en diciembre de 2020: “Hoy contamos por primera vez con un documento internacional que nos permite y nos da el derecho a un mundo de trabajo libre de violencia y acoso. Somos las y los dirigentes sindicales quienes estamos en contacto permanente con las bases y conocemos estas brechas y desigualdades”.
A continuación, tomó la palabra la primera expositora de la jornada, Liset Mailen Imbert Milan, quien, entre otras funciones, se desempeñó en el Centro Nacional de Educación Sexual cubano y presentó un proyecto nacional de investigación sobre acoso psicológico en los entornos laborales: “El trabajo se encaminó en base a acciones educativas y de sensibilización bilateral. Por un lado, empoderar a las mujeres y mostrarles cuáles eran sus derechos. Por el otro, formar a los directivos en términos de cómo fomentar un ambiente de trabajo seguro y saludable, precisando cuáles eran las conductas violentas”.
Para concluir, expresó: “Aunque queda mucho por hacer, educar y por empoderar a la mujer, en Cuba contamos con una norma de avanzada, que contiene un grupo de garantías, de derechos y de mecanismos que permiten llevar la protección ante los casos de violencia. Estamos en un momento de perfeccionamiento de nuestro ordenamiento legal no solo en los aspectos laborales, sino también en los procesales y familiares. Pienso que en pocos años tendremos una mirada distinta y con otras estadísticas. Y, por qué no, con otra calidad de vida en el ambiente laboral”.
Posteriormente, la abogada y promotora de los Congresos Iberoamericanos sobre Acoso Laboral, Lidia Guevara, explicó que, si bien las mujeres abarcan la mitad de la fuerza laboral de su país, todavía se encuentran en plazas subordinadas o no decisorias: “No dirigen entidades. Cuando lo hacen, tienen que adquirir un patrón masculino para ser reconocidas”.
Además de detallar que solo seis países en el mundo ratificaron al Convenio 190 de la OIT y su Recomendación 206, Guevara explicó: “Exige la elaboración de un conjunto de políticas públicas, que demandan el papel del Estado como rector. En este caso, los actos de violencia y acoso que se producen en el mundo del trabajo, que no solo abarcan el lugar laboral específico, sino cualquiera que involucre a la trabajadora o trabajador durante su jornada. Tiene una vinculación con los factores de riesgo, dentro de los que se destacan los psicosociales. Son aquellos que se encuentran ocultos, en los que aparece el maltrato, las amenazas, la discriminación y el no reconocimiento. Hay que insistir para que, en cada organización, exista un área que se ocupe de estas políticas de igualdad de género”.
Para cerrar su disertación, agregó: “Este instrumento internacional relaciona a la violencia doméstica con la laboral. Las mujeres que son maltratadas en el ámbito familiar, son mujeres a las que les cuesta mucho ir a trabajar, que tienen visibles las huellas de esa violencia que han sufrido. El mayor impacto que puede tener este convenio está dado por su enfoque preventivo y protectorio”.
La última exposición de la jornada estuvo a cargo de la abogada feminista, referente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Corredactora del Código Civil y Comercial de la Nación, Nelly Minyersky. En su análisis, se refirió a la necesidad de que el cuerpo de leyes de la actualidad tenga una aplicación efectiva y resaltó que los derechos de familia y laborales están íntimamente ligados: “Las tareas del hogar representan trabajo y no han sido consideradas como tal. Por ello, el gran desafío de estas décadas ha sido darles relevamiento no solamente para las mujeres, sino para toda la supervivencia de la sociedad”.
A través de un breve pero contundente repaso histórico, Minyersky señaló a la Revolución Francesa como un punto de inflexión clave a partir del cual se produjo “una agudización de la organización patriarcal hegemónica sobre la mitad de la humanidad, en la que las mujeres fueron excluidas” y, en la cual, lo humano fue directamente asociado a los hombres.
“Hay un sistema que moldea nuestras subjetividades, que nos intenta convencer de que somos incapaces. En la Argentina hay todavía pequeños obstáculos legales, aunque logramos lentamente la ampliación de nuestros derechos”, agregó. En tal sentido, destacó, entre otras, a la Ley de Voto Femenino y a la Ley de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo (Ley 27.610).
Para concluir, Minyersky manifestó: “Me duele ver que los países aún no ratifican al Convenio 190, porque la violencia no va a cesar mientras exista el patriarcado y seamos consideradas incapaces. Debemos destruir todos estos estereotipos y luchar para modificar la conciencia social”.
Luego del espacio de intercambio en el que las compañeras y compañeros realizaron distintas consultas a las conferencistas, la Secretaria de Cultura y Derechos Humanos Nacional de UTEDYC, Ana Núñez, cerró: “Estas grandes disertaciones nos acercan a la igualdad de oportunidades laborales, de salud, de educación y a los procesos de toma de decisiones, como también asegurar que las mujeres puedan vivir libres de violencia. Compañeras, compañeros y compañeres, la equidad de género no se trata solo de garantizar derechos fundamentales, sino también medios claves para lograr sociedades más justas. Todas, todos y todes tenemos un papel fundamental que desempeñar para lograr que esto sea una realidad. Debemos continuar luchando y defendiendo derechos”.
Por último, cabe destacar que, al día siguiente y en representación de la Seccional de Santa Fe, el Cro. Federico Galeano participó en el panel sobre “Masculinidades en la acción sindical”. En ese espacio, valoró la paridad de género y las diferentes acciones que emprende nuestra organización para erradicar la violencia y el acoso laboral.
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