UTEDYC y su gente

En esta publicación, te contamos la experiencia de una histórica trabajadora de la Asociación Bomberos Voluntarios de San Carlos de Bariloche.

Gladys Torres (Af. 185948) es una comprometida y solidaria compañera que comenzó a escribir su historia dentro de la Asociación de Bomberos Voluntarios (Centro) hace más de dos décadas. Agrupada bajo el Convenio Colectivo de Trabajo 736/16 de UTEDYC, actualmente trabaja como radio-operadora. Fuertemente instruida y con una permanente vocación de servicio, también se desempeña como bombera voluntaria.

Su recorrido comenzó en 1997, cuando, en su afán de ayudar a los demás, ingresó al curso de aspirantes a bomberos. Integró la primera generación de Bomberas de la Ciudad, en un escenario que por aquel entonces se presentaba complejo y dificultoso para la mujer en términos de inserción laboral. En este sentido, relató: “Había una gran contrariedad por la condición machista de ese momento. Las actividades las realizábamos siempre en el gimnasio, escondidas en el subsuelo, totalmente distanciadas de todo lo que estaba centralizado, del área de capacitación y de la parte operativa. En una vieja secretaría nos brindaban las clases teóricas y utilizábamos el gimnasio para hacer las prácticas. Nadie sabía nada sobre nosotras, hasta que nos presentaron oficialmente”.

Un año más tarde, Gladys ya formaba parte de la Asociación. “Para ingresar, éramos cerca de 35 mujeres y quedamos veinte. De todas ellas, y con el paso de los años, fui la única que siguió; con el tiempo, se fueron yendo por distintas circunstancias”, detalló. En esta línea, consideró que la participación de la mujer “resulta fundamental en el mundo laboral” y valoró la mirada que tiene UTEDYC al incluir a las mujeres en los distintos cargos de decisión, tanto a nivel nacional como local.

Luego, la compañera se refirió a la pandemia y a los efectos en su lugar de trabajo: “Mi labor es presencial y no falté ningún día. Al ser despachante de emergencias, siempre debe haber alguien para atender el teléfono. Continuamos trabajando con guardias restringidas, siguiendo los protocolos. En el cuartel están cumpliendo con todas las medidas de seguridad. Estamos siempre con tapabocas, manteniendo la distancia; tenemos alcohol en gel y líquido, agua lavandina y también otros productos sanitizantes para el caso en que tengamos que limpiar algún material o elemento, como, por ejemplo, cuando nos devuelven algún handy, que tienen que estar completamente desinfectados. Y, además, los compañeros que están en la parte operativa respetan cada espacio y cada lugar”.

“Estamos presentes todos los días y en todos los turnos. De alguna u otra forma, nos encontramos durante el cambio de turno. En el cuartel somos cuatro operadores y cumplimos todos los días ocho horas. Tenemos horarios rotativos: una semana de 8 a 16, la siguiente de 16 a 0, luego de 0 a 8 de la mañana, y luego bajo otra modalidad: un día a la mañana, después a la tarde, otro a la noche, y posteriormente, un día de franco. En el aspecto bomberil, que es la parte voluntaria, y con la que empecé en la Asociación, cumplimos guardias de 16 a 22, y de 22 a 8 de la mañana”, agregó la histórica trabajadora, pionera en la institución.

En relación con nuestra organización sindical, Torres valoró “la constante presencia y la rápida capacidad de respuesta”, y resaltó la labor de OSPEDYC.

Su mensaje para las compañeras y compañeros de UTEDYC de todo el país: “Nosotros primero pensamos en el otro y muchas veces nos dejamos olvidados. Creo que, para cuidar al resto, también debemos cuidarnos nosotros. Hay que respetar las medidas (de aislamiento) que se tomaron y quedarse en casa, cumpliendo con la cuarentena. Mi consejo es que, aquellos que pueden quedarse en su hogar, lo hagan. Y si tienen que salir por alguna circunstancia, que lo hagan con las medidas preventivas para el caso. Tenemos que cuidarnos entre todos en este difícil momento”.

A través de una intensa y comprometida labor, con fuertes convicciones, Gladys Torres continúa entregando su incomparable vocación de servicio, su solidaridad y su gran aporte a la comunidad barilochense.