Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
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#UTEDYCenVIVO

Hugo Tocalli: “Un formador debe ser creíble; es fundamental el valor del trabajo y de la palabra”

El jueves 22 de octubre, el ex entrenador de las selecciones juveniles de la Selección Nacional, Hugo Tocalli, conversó con las afiliadas y afiliados de UTEDYC sobre “Docencia y formación juvenil: pilares del fútbol argentino”.

Luego de la presentación a cargo del Secretario de Recreación y Deporte Nacional, Matías Pereyra, Tocalli relató sus orígenes y su trayectoria en el mundo del fútbol. Nacido en Monte Buey, Provincia de Córdoba, a los 17 años decidió instalarse en Buenos Aires para probar suerte como arquero en San Lorenzo de Almagro, donde jugó en las divisiones inferiores. Más tarde, comenzó su carrera profesional en Deportivo Morón y continuó en Nueva Chicago, Quilmes y América de Cali (Colombia). Luego, regresó a nuestro país para defender el arco de Argentinos Juniors (donde fue compañero de Diego Maradona), y para ser campeón en el equipo Cervecero (1978). Posteriormente, se desempeñó en Unión de Santa Fe y Atlanta, su último club. Allí decidió colgar los guantes como consecuencia del estado de una de sus rodillas.

Poco tiempo después, inició su camino como Coordinador y como Director Técnico, tras un llamado de su maestro y referente, José Yudica, a quien acompañó en Vélez Sársfield y en Platense. En 1993, ya como entrenador de Quilmes, fue convocado por José Pékerman para iniciar un histórico proceso en las selecciones juveniles de AFA, que duró 14 años: “En esa experiencia, conocí a una gran persona con la que viví cosas muy lindas, que me llenaron de alegría y de satisfacciones”. Luego de esa etapa, que permitió captar grandes talentos para las selecciones juveniles y también para la mayor, condujo al Fortín de Liniers (2008), Colo - Colo de Chile (se coronó campeón en 2009) y recaló nuevamente en Quilmes. Hoy, integra la Secretaría Técnica de San Lorenzo de Almagro, junto con Leandro Romagnoli y Alberto Acosta.

Con la humildad que lo caracteriza en cada palabra, Tocalli recordó: “Cuando realicé el curso de entrenador, tenía la ilusión de dirigir a los juveniles y también de conducir en primera división y salir campeón. Gracias a Dios pude hacerlo. Tuve el privilegio de acompañar a José en la Selección Argentina mayor. Pero fue a través de un gran sacrificio, porque dejé a mi pueblo y muchas otras cosas para llegar a jugar al fútbol. Recién hablé con mis padres al mes y medio de estar en Buenos Aires. Extrañé muchísimo a mi familia. Tuve la suerte de conocer a mi mujer, quien me acompañó siempre y crió a nuestros hijos. Soy un agradecido; para mí son fundamentales los valores, la educación y el respeto por los demás. Con dedicación y con entusiasmo por lo que uno hace, se logran cosas importantes”.

En esta línea, explicó: “El éxito fue hacer las cosas con mucho respeto, con el cuerpo técnico y con todo el grupo de trabajo, como los utileros. Teníamos en claro que había un jefe que nos daba libertad para trabajar y para expresarnos. José tomaba las decisiones y los chicos lo veían. Les explicábamos qué significaba jugar en la Selección, que había que defender la camiseta con sacrificio, que los resultados iban a llegar si hacíamos las cosas bien antes, y que debían tener un comportamiento ejemplar. Fueron tomando esas ideas y después lo trasladaron a la cancha. Hoy en día, a pesar de los problemas del país, creo que tenemos una juventud hermosa. Quienes conducimos, tenemos que hacerles entender para qué se hacen las cosas. Por ejemplo, es necesario que un juvenil conozca cómo formó el equipo en el que está, porque debe estar informado y sentir lo que es jugar en ese club. Considero que es la mejor forma y nos dio muchos resultados. Si uno quiere ser respetado, debe tratar al otro con respeto. Hemos ganado varias veces los premios Fair Play (juego limpio)”.

Por otra parte, el formador multicampeón con las divisiones juveniles del seleccionado argentino, se refirió a la exposición y a la presión ejercida sobre los jóvenes futbolistas de la actualidad: “Durante el Mundial Sub-17 de Ecuador (1995), antes de jugar las semifinales con Brasil, Julio Grondona (Presidente de la AFA por aquel entonces) nos adelantó que seguramente iban a empezar los problemas con los representantes, porque iban a querer llevarse a todos los jugadores al extranjero. Al año siguiente, tuvimos que privar la entrada al Predio de Ezeiza hasta para los técnicos. Sabíamos que teníamos que hablar mucho con los chicos sobre lo que significaba llegar a primera división y a la Selección, sobre la conducta y el periodismo; que si jugaban bien un partido y dos mal, los iban a criticar… No contábamos con psicólogos ni profesionales para aconsejar; lo hacíamos nosotros. También había momentos sumamente tristes, como cuando no llevábamos a un jugador a un torneo sudamericano o a un mundial. Era muy duro. Un formador tiene que estar al frente de muchas cosas y debe ser creíble. Es fundamental el valor del trabajo y de la palabra”.

En tal sentido, Tocalli hizo especial hincapié en el rol de las familias: “Cuando comencé en 1986 como Coordinador General en Vélez, solía quedarme con las categorías juveniles; me asustó lo que veía. A veces, los chicos jugaban más por lo que les decían los padres, que por lo que les indicaban los técnicos. Entonces, organicé una reunión con todos ellos, les expliqué todo el trabajo que íbamos a hacer y les pedí que dejaran a los chicos volar y expresarse por sí solos. Fue una idea bárbara. No tuvimos ningún problema más. Hubo un respeto muy grande y lo entendieron perfectamente”.

En relación con los atributos con los que debe contar un jugador profesional, Tocalli detalló: “Todos los formadores tienen diferentes formas de pensar. Con José buscábamos al buen jugador de fútbol, porque correr, cabecear y jugar en equipo se lo podíamos inculcar. También se le puede dar una oportunidad a un chico que sea muy aplicado, porque aprende mucho más rápido. Pero hoy tenemos que formar jugadores de departamento, porque hemos perdido el potrero, y a esos jugadores con instinto, con gambeta, que aguantan la pelota como lo hacía (Juan Román) Riquelme, por ejemplo. Nunca priorizamos el hecho de ganar; para nosotros era consecuencia de lo que habíamos trabajado en la semana”.

Por otro lado, destacó la importancia de aplicar programas y políticas federales para el desarrollo del fútbol: “Tenemos que adaptarnos al mundo actual y debemos formar al jugador en todos los aspectos. El fútbol argentino se nutre de las inferiores y del interior; debemos necesariamente abrir las puertas. Todo el país debe tener la oportunidad de poder sentir la camiseta argentina y de ser vistos por los entrenadores de la Selección. Esa visión nos brindó a jugadores como (Pablo) Aimar y (Javier) Mascherano, entre otros”. En cuanto a los puestos más requeridos, añadió: “Claramente, faltan enganches. Necesitamos jugadores que le den un toque distinto al fútbol. Y también, marcadores de punta”.

A continuación, dedicó unas palabras a la actualidad de la Selección Argentina mayor: “Cuando volvimos eliminados del Mundial de Rusia (2018), pensábamos que no contábamos con un recambio de jugadores. Con el acierto del Chiqui (Claudio) Tapia y de (Lionel) Scaloni, se ha formado un grupo de jóvenes muy interesante. Debemos seguir progresando en el trabajo. Soy un fanático de la organización y de los proyectos”.

Durante la conversación, el histórico formador comentó una anécdota que incluyó al crack de la Selección Argentina y del Barcelona, Lionel Messi, en una decisión que pudo haber cambiado para siempre los destinos de su carrera deportiva y de la albiceleste: “En 2003, muy pronto al Mundial de Finlandia, en el que participaron jugadores como Oscar Ustari y Lucas Biglia, por ejemplo, se acercó Claudio Vivas, quien era ayudante de Marcelo Bielsa. Me dio un video de un jugador de Rosario. Eran cinco jugadas de Messi. Miraba y miraba, y abría cada vez más los ojos. Era el jugador que necesitábamos, pero no podía llevarlo pues vivía en España, no conocía a sus compañeros y faltaba una semana para el Mundial. Me sorprendió su velocidad, cómo definía, gambeteaba en velocidad y buscaba los espacios libres. Fuimos a Finlandia y en las semifinales nos ganó España. Luego de la cena, cuando me levanto, el cocinero me dice ‘Tocalli, con el chaval que juega en Barcelona, eres campeón. De ninguna forma quiso jugar en la Selección de España, ni ofreciéndole dinero’. Por ese motivo, cuando lo critican a Messi, me duele. Dejó de lado muchísimas cosas por la Selección. Al volver al país, hablé con Grondona y organizamos un partido amistoso. Lo citamos y hablé con él y con el padre. Llegó al predio muy callado y tímido, y practicamos. A los pocos días jugamos el partido en la cancha de Argentinos; era un combinado Sub-20 que habíamos preparado muy bien, y luego salió campeón en Holanda con Pancho Ferraro. No lo puse como titular, porque quería respetar a la gente que ya venía trabajando. En el segundo tiempo, entró; en el vestuario le dije que juegue como lo hacía siempre, que busque su puesto. La primera pelota que agarró, la mandó adentro del arco. Entonces, hablé con Pékerman, con quien al poco tiempo fuimos a la Selección mayor. Paralelamente, Messi debutó en el Barcelona. Luego, fuimos a la Copa Confederaciones y al Mundial de Alemania 2006. Fue una satisfacción muy grande”.

Por otro lado, Tocalli ahondó sobre la metodología de trabajo de aquellos años dorados y se refirió a la importancia de la educación personal de los jugadores: “Los miembros del cuerpo técnico nos repartíamos en diferentes canchas y le comentábamos a José qué habíamos visto. Walter Samuel fue un jugador que nos sorprendió mucho, al igual que Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme, Pablo Aimar, Gabriel Heinze, Hernán Crespo y Javier Mascherano. Realmente eran jugadores extraordinarios y con gran crecimiento. Para nosotros, el colegio era también fundamental, porque para formar a un jugador es importante que estén capacitados primero como personas”.

En referencia a los entrenadores de la actualidad, destacó la tarea de Pablo Aimar, Diego Placente, Bernardo Romeo, Pablo Quatrocchi y Fernando Kuyumchoglu: “Hay muchos coordinadores que siguen con la idea de trabajo basada en el buen fútbol, en la formación y en estar detrás del jugador, de acompañarlos. Hoy, viendo cómo se encuentran el país y el fútbol, vamos a necesitar mucho de las inferiores, porque se va a hacer muy difícil contratar jugadores caros. Mis maestros fueron José Pékerman y José Yudica. De ellos me llevo la forma de hablarles a los jugadores, con mucho respeto y con palabra. Gente que tiene una forma de vida y la inculca. Hemos tenido la suerte de ganar varios mundiales y torneos sudamericanos, pero lo que más me llena de orgullo es encontrarme con jugadores que hemos dirigido y que me digan que les transmiten esos valores a sus hijos”.

Para concluir su disertación, Hugo Tocalli expresó la dificultad de poder mantener los proyectos en el fútbol argentino y reconoció a nuestra organización sindical: “Es uno de los grandes problemas que tenemos a nivel país. El por qué no se llevan a cabo no lo puedo contestar yo, sino los dirigentes. Me duele mucho que sirvan solamente los resultados y los que ganan. Está claro que todos jugamos para ganar, pero hay que enseñar cómo hacerlo, porque hay muchas formas. El trabajo debe ser siempre pensando en el futuro. UTEDYC me acompañó durante mis veinte años como jugador y luego en mi carrera como director técnico. Ha estado siempre presente y, ojalá, con esta conversación, haya podido aportar un granito de arena”.

La próxima edición de #UTEDYCenVIVO tendrá lugar el jueves 29 de octubre a las 19. Contará con la presencia de la Secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, quien disertará sobre “La gestión del deporte en el marco de la pandemia”.

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