Publicación de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Secretaría de Prensa y Propaganda Nacional
Entrevista a Karen Hallberg

“Con un buen desarrollo científico y tecnológico, Argentina va a salir adelante”

Luego de ser nombrada como consejera internacional de la American Physical Society, el nombre de Karen Hallberg –Doctora en Física y profesora del Instituto Balseiro- recorrió los principales medios del mundo. En una charla exclusiva con 5/02 Digital, recorremos su trayectoria, anécdotas, la importancia de la formación y las diferencias de género dentro del ámbito académico.

Temperamental, curiosa, desafiante. De sonrisa amplia y mirada crítica, Karen Hallberg nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Con apenas dos años y con una hermanita recién nacida, se mudó con su familia a Jujuy. La mayor de tres hermanos, hizo sus estudios primarios y secundarios en escuelas públicas de esa provincia. Aquella jovencita, que soñó alguna vez con ser tenista profesional mientras disputaba torneos en el Jujuy Lawn Tenis Club, a los 17 años volvió a su ciudad natal para cumplir un objetivo: “Mis padres siempre me estimularon mucho; contar con el apoyo y el estímulo que siempre tuve desde chica, fue fundamental”, recordó la Doctora en Física.

La vocación como profesión
“Siempre me gustaron las matemáticas y las ciencias o la biología. Cuando tuve que especializarme en algo, noté que me gustaba la ingeniería genética. Averigüé y supe de un lugar en Misiones. Pero después, hablando con el rector del Colegio Nacional de Jujuy, me comentó que en Bariloche había un instituto de física llamado Balseiro, pero que era muy difícil entrar y que pocas mujeres se anotaban. Cuando sos adolescente te querés llevar el mundo por delante. Encima, mi papá también me ‘desafiaba’ contándome que había teorías que muy poca gente comprendía, como la teoría de la relatividad de Einstein. Entonces me dije ‘vamos a probar, ¿por qué no?’”.  

Con dos años de Ingeniería electrónica aprobados en la Universidad Nacional de Rosario, Karen Hallberg fue en busca de su vocación y rindió el examen para ingresar al Instituto Balseiro. “Cuando entré (en 1984) éramos cuatro mujeres de treinta alumnos, pero el año anterior no había mujeres. La proporción de mujeres en el Balseiro era del 8%”, reconoce Karen Hallberg. Y agregó: “el acceso a las carreras científicas o ingeniería, no es sólo una cuestión de género, sino que es la falta igualdad de oportunidades para chicas y chicos de distintos niveles sociales y económicos. Entonces los jóvenes con familias menos aventajadas o con mayores problemas económicos no tienen la misma posibilidad que tuve yo de viajar o de enterarse de la variedad de carreras que se pueden estudiar”.

Datos irrefutables
Según la UNESCO, sólo el 29% de los investigadores a nivel mundial son mujeres y únicamente el 10% acceden a puestos de mayor responsabilidad. “Y eso incluye a todas las ciencias naturales y sociales o humanísticas. Pero como la mayoría de las mujeres están volcadas a las ciencias humanísticas y biología, el número en carreras como física, química, ingenierías o computación y matemática, es menor”, explicó la egresada del Instituto Balseiro. “En las reuniones que organizamos de Mujeres en Ciencia hay un concepto que se denomina el “caño roto”, que ilustra cómo algunas mujeres que eligen las carreras científicas/tecnológicas deciden dejar en algún momento de la carrera. Podemos preguntarnos si esa decisión fue hecha en plena libertad de elección, o si es porque el sistema no le da facilidades con los hijos para que puedan dejarlos en jardines maternales, si no son reconocidas por sus pares, o si no tienen el mismo acceso a puestos de decisión o de poder de gerenciamiento”. Para subrayar esa diferencia, la Dra. Hallberg recordó: “una vez fui invitada a dar una charla en Japón. Terminada la charla, el profesor que me invitó me dijo que le había gustado mi exposición, que había sido muy lógica, muy razonada y me dijo: ‘usted piensa como un hombre’. Me dejó helada”.

En relación con los sesgos culturales, Karen retomó a la neurocientífica Gina Rippon, y subrayó la imposibilidad de encontrar diferencias entre el cerebro del hombre y de la mujer, y que sólo una sociedad sesgada se hace preguntas sesgadas. La rosarina remarcó que ese tipo de deformaciones culturales lleva a establecer el mito de que el cerebro del hombre está más preparado para la lógica, la acción y el razonamiento, mientras que el de la mujer está preparado para la empatía y la intuición. Y recalcó que “existen más diferencias entre personas de distintas culturas, que entre hombres y mujeres”. La profesora del Balseiro resaltó la importancia de contar “con una visión diversa; cuanto más heterogénea sea, mejor resultado va a conseguir la ciencia”.  

El desarrollo cognitivo
“Por mi carrera académica estoy entrenada para cuestionar todo y cotejar con otras fuentes. Tengo esa actitud que me sale naturalmente. Por eso, para las chicas y los chicos, debería haber talleres de ingenio en las escuelas para entrenarlos a pensar, porque no sólo se piensa en la matemática o en ciencias. Por ejemplo, deberían aprender a leer un texto y concentrarse, sin tener que mirar el teléfono para ver si alguien posteó en Instagram. Concentrarse, abstraerse, tratar de encontrar la lógica. Discutirlo hasta que lo entienda. Por ejemplo, en algunos colegios hacen ajedrez para nenas y ajedrez para nenes. ¿Por qué? ¿Por qué hay campeonatos de hombres y de mujeres separados? Yo entiendo que en actividades deportivas hay una diferencia física o de fuerza, más en la adolescencia. Pero en el ajedrez, no”.

La investigadora agregó: “Hay que entrenar a los chicos para que tengan un paso más de abstracción y raciocinio, sin dejar de lado la creación artística o la actividad deportiva. Todo lo contrario, la cuestión creativa debe existir. Los científicos tenemos ese pensamiento lateral que nos abre la posibilidad de ser creativos. El razonamiento que no forzás es el más interesante. La lamparita que se prende, ésa que precede el razonamiento lógico es la más linda, y eso se entrena con el arte, la música y tiene que ver con el desarrollo integral de los chicos. Si los jóvenes sólo reciben información de forma pasiva, entonces no forman la personalidad para confiar en sí mismos.

Con respecto a la formación terciaria y universitaria, en mi época, cuando decidíamos qué estudiar, era una decisión para toda la vida. Si vos decidías hacer esa carrera, la tenías que terminar porque si no fallabas. Imaginate la presión que era… terminabas por no estudiar nada. En cambio, con la generación de mis hijos es diferente. Yo les preguntaba qué les gusta hacer, qué les interesa, qué les apasiona… Si vos estudiás algo por conveniencia o por la salida laboral, no le vas a poner el alma. Si lo tuyo es ser artesano o músico, hacelo. Y si en el medio te das cuenta de que no te gusta, cambiás. Cualquier cosa que hayas estudiado es un aporte; ningún estudio es en vano. Si tenés miedo a equivocarte, te endurecés y no hacés nada. Te rigidizás. Hay que largarse y probar. Por supuesto, es importante también concretar una meta.

La ciencia aplicada
Analítica y crítica con la realidad argentina, la Dra. Hallberg resaltó la importancia del desarrollo científico y tecnológico en el país. “Uno podría decidir como alternativa no desarrollarse. Es decir, ser exportador de materias primas, lo que se resume en extractivismo puro. Pero, ¿cuánto nos va a durar eso de vender todas las riquezas naturales sin ponerle ni una neurona?”. La investigadora enfatiza que siempre hay un nicho donde desarrollarse y explica los motivos de esa postura: “El desarrollo tecnológico como país sirve para generar recursos y aumentar el PBI, para poder exportar, para levantar el nivel de vida de la población que no se logra si solo exportamos materia prima”. Y concluyó: “El bagaje científico es el cerebro de un país. Necesitamos tenerlo ágil, pero nos falta del desarrollo tecnológico. Esa pata de cómo llevarlo del cerebro al desarrollo y a la producción a nivel privado es la transferencia de tecnología, y es eso lo que nos falta. El Estado pone muchos recursos pero hacen falta más. Necesitamos más jóvenes que se dediquen a estas carreras. Tenemos que hacer ese salto tecnológico y creo que lo podemos hacer”.

Actualmente, Karen Hallberg, junto a su equipo de trabajo están desarrollando unos programas de vanguardia para hacer el cálculo de sistemas de propiedades cuánticas de los materiales complejos, en particular superconductores. Y remarca, “estamos bien posicionados a nivel internacional, pero nuestros sueldos y el de los becarios están muy bajos. Sabemos que es una situación muy difícil y seguimos empujando, pero no hay que perder de vista eso. No podemos dejar de apoyar a la ciencia y a la tecnología”.

La American Physical Society (APS), la asociación de físicos más importante del mundo, está compuesta por cincuenta y cinco mil miembros. La Dra. Karen Hallberg fue elegida recientemente Consejera Internacional (parte del órgano de gobierno de la APS) en elecciones generales. “Es una gran oportunidad para desarrollarnos, para el intercambio; son contactos internacionales que ayudan a nuestro país y a nuestra región a impulsar la  física y  temas relacionados”, explicó.

La capacitación como crecimiento
“Es importante formarse siempre. Hay carreras que son más cortas; hay especializaciones. Estamos ante tiempos diferentes a cuando era chica; cambiaron en muchos sentidos, algunos para bien y otros no tanto. El cambio para bien es que los problemas de las mujeres están visibilizados, por lo que hace más fácil (o debería) su resolución. Mi convocatoria para las chicas jóvenes o adolescentes es que sigan en la lucha; ya está el camino allanado y ahora hay que continuar. Que los jóvenes tengan autoconfianza y que presten atención a los condicionamientos que les impone la sociedad. Por supuesto, no es fácil deshacerse de los condicionamientos culturales, pero es importante tratar de abrir un poco más la cabeza a otras posibilidades. La carrera académica depende de la voluntad que uno ponga y de las condiciones con las que uno empieza; pero si uno comienza desde las condiciones desfavorables, hay mucha gente que está dispuesta a ayudar, más allá de dónde vienen y de cómo uno vaya haciendo camino al andar. Yo nunca supe que quería ser científica, sino que fui dándome cuenta de lo que era mi carrera a medida que me iba formando”.  

“El acceso que tenemos a la información es enorme pero debemos manejarla bien. Ojalá que los profesores aprovechen para traerles cosas interesantes a los chicos, buscando en fuentes confiables. Debemos ser responsables con esa información. Todas las tecnologías tienen usos duales. Si aprovechamos la tecnología de la información para nutrirnos, para formarnos, haremos la diferencia. Somos estudiantes toda la vida.  

Mi mensaje a las y a los jóvenes es que sigan sus sueños, que hagan lo que más les apasione. Que las mujeres se tengan confianza para ser protagonistas, para concretar sus objetivos, que no es incompatible con tener una familia. Que se pregunten ¿por qué no?”.

“Y, por último, a la gente que se está formando, decirles que la capacitación es indispensable para sentirse bien uno y para poder pelearle a la vida. Es muy gratificante formarse. Es fundamental que un gremio como ustedes den la posibilidad a los trabajadores de formarse.
(Es fundamental) darse cuenta de que de las crisis siempre surgen las oportunidades”.
   

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