ENTREVISTA

Edgardo Esteban: “La gran derrotada en una guerra es la verdad”

Revista 5/02 Digital se reunió con el escritor, periodista, excombatiente y actual Director del Museo de Malvinas, Edgardo Esteban, para conmemorar un hito en la historia de las Islas Malvinas: los 40 años de la guerra.

A dos días de irse de baja del servicio militar, Esteban -con 19 años-, se ofreció para ir las Islas. “Fui porque sabía hacer logaritmos y la tabla de Howard. Ahora la gente conoce el GPS, pero en aquella época era manual. Fui como una aventura; llegar a las islas fue mágico. Pero cambió todo cuando empezaron a bombardear. Ahí empezó la guerra y te enfrentás a una realidad que es difícil de olvidar. Malvinas es una parte de mi vida, fue conocer la muerte cuando no pensás en morirte”, cuenta y agrega: La guerra es un procedimiento por el cual, hombres que no se conocen, se ven obligados a matarse por hombres que sí se conocen y no se matan”.

En el relato sobre sus vivencias en la guerra, Esteban recuerda como los días más terribles los comprendidos entre el 11 al 14 junio, cuando los bombardeos ingleses contra el ejército argentino fueron constantes: “Pensaba cuándo llegará. Hasta que llegó. Me explotó una bomba cerca que me rompió el casco y me quemó la nuca, pero seguimos. Y llegó el 14 de junio y estábamos vivos. Pensando en el partido de Argentina – Bélgica, porque debutaba Maradona en un mundial. Esa locura de estar entre las bombas y a la vez estar escuchando el relato de José María Muñoz. Era muy kafkiano”, recuerda el excombatiente y actual Director del Museo.

El helicóptero argentino flameó la bandera blanca sobre las Islas. Esteban volvió como prisionero de guerra a bordo del Canberra, un barco que los medios argentinos informaron que habían hundido. “Era un barco fantasma que me cambió la vida. Ahí me di cuenta de que la gran derrotada en una guerra es la verdad y decidí hacerme periodista”. Desde que lo dejaron en el continente atravesó un periplo que pasó por Puerto Madryn, Trelew, Palomar, Campo de Mayo -siempre a bordo de micros con las ventanillas tapadas, sin ver a nadie-. Hasta que, como un regalo del destino, el 20 de junio -día de su cumpleaños- pudo llamar a su mamá. “En esa época estaba la incertidumbre de las mamás que no sabían si sus hijos estaban vivos o muertos”. Luego lo llevaron a Córdoba para finalmente dejarlo en Constitución, donde lo recogieron y, a bordo de un Citröen, volvió a su casa en Haedo: “Cuando llegué pensaba que iba a estar toda la Argentina esperándome y solo encontré a mi mamá, una luz blanca y en el fondo un perro ladrando en la oscuridad de la noche”.

Desde su labor como Director del Museo Malvinas, Esteban explica su objetivo en la historia de las Islas. “En general se lo relaciona con la guerra de 1982, pero la historia de Malvinas tiene más de cinco siglos”. La cartografía realizada por el sevillano Andrés de San Martín y la posterior expedición española de Hernando Magallanes en 1520 fue el punto de partida de un reclamo sostenido. Tres siglos más tarde, el 20 de diciembre de 1832 arribó a Puerto Egmont la corbeta HMS Clio. El capitán John Onslow tomó posesión hasta que Leopoldo Galtieri, embebido en su ego y apelando desesperado por mantener el poder llevó a nuestro país al conflicto bélico más importante de la historia reciente. “Hay un vacío de conocimiento, más allá de la guerra. Por eso es importante este museo para las y los jóvenes y trabajamos en ese rescate, el de lo colectivo para las generaciones venideras”. Esteban explicó que próximamente se estará inaugurando el proyecto de realidad ampliada que se llamará Pisar Malvinas. Donde los visitantes del museo van a poder pisar un suelo similar al de las Islas y, a través de un juego de realidad virtual, estar en ellas, caminar, sentir, ver. “Hay que trabajar no solo la muerte y la guerra, sino la vida”, subraya.

Además de la historia completa de las Islas, dentro del museo se puede apreciar las características de la fauna y su flora; hay un lugar destinado al conflicto bélico con muestras visuales a través de 42 pantallas, un espacio sobre la complicidad entre los medios y el Gobierno de Facto durante la guerra, entre otras atracciones.

Ante la consulta sobre qué significa para un excombatiente y autor del libro “Iluminados por el fuego” ser director del Museo Malvinas, Esteban respondió: “Yo quería cerrar la historia, pero siempre Malvinas me atrapa. Me trae, me absorbe, aparece mi cédula militar en un remate en Londres, siempre está presente y va a estar hasta el último día de mi vida seguramente”.

Ingresá a la web del museo: www.museomalvinas.cultura.gob.ar/el-museo/

De izq. a der. La Secr. de Prensa y Prop. Nac., Marcela Faragó, el Dir. del Museo Malvinas, Edgardo Esteban, y la Secr. de Cult. y DDHH Nac., Soledad Sattler.

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