El 13 de septiembre de 1810 marca un hito en la historia y la cultura de nuestro país. Ese día se anunció la creación de la Biblioteca Pública de Buenos Aires a inspiración del Dr. Mariano Moreno, como también los nombramientos de los primeros bibliotecarios oficiales, Dr. Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez. Desde 1954 y mediante la sanción del Decreto Nº17.650/54, esa fecha fue establecida como el Día de la Bibliotecaria y del Bibliotecario, en homenaje a quienes desempeñan esa noble función en todo el país.
Con más de noventa años de historia, la Biblioteca Popular Sarmiento de Urdampilleta (Pcia. de Buenos Aires) es un verdadero ícono y la única de la localidad, que tiene cerca de 2600 habitantes. Esta institución se encuentra representada por la Seccional Bolívar de UTEDYC y cuenta con aproximadamente 270 familias asociadas.
La variada, colorida y copiosa cantidad de libros que se agolpan en cada estante refleja y define a la perfección cada metro cuadrado de la Biblioteca. Un paisaje cultural incomparable que se completa con la destacable dedicación de Claudia Bustamante (Af. 295476), quien diariamente transmite su vocación y experiencia como trabajadora bibliotecaria del lugar. “Es un día a día muy lindo. En las bibliotecas populares no solo se brinda mucha información, sino que también se cumplen tareas mucho más humanas y solidarias”, comenzó. Entre ellas, las clases de apoyo escolar ocupan un pilar esencial de acompañamiento educativo: “En el pueblo hay dos escuelas primarias y un centro. Entonces, nos informamos con los docentes sobre los temas que están trabajando con los chicos para ayudarlos a realizar las tareas y para prepararlos”.
Para la compañera, quien también es Maestra Bibliotecaria en la Escuela Primaria Nº13 “Mariano Moreno” de Pirovano, la profesión representa “algo maravilloso” en su vida. Tras enviudar hace 14 años, decidió alejarse de La Plata, donde vivía, para regresar a Urdampilleta. En ese momento, su hermana, también bibliotecaria, le sugirió acercarse a la Biblioteca Popular Sarmiento: “Estaba en otra cosa; hacía administración. Fui a la institución y en ese entonces no tenían bibliotecarias. Me animé, empecé a estudiar y acá estoy. Todos los años me capacito. Por distintas razones no había podido hacerlo y después la vida me dio esta oportunidad de poder estar aquí y de ser feliz con mi trabajo”.
Madre de cuatro hijos y abuela de dos nietos, Bustamante remarcó la importancia de despertar la imaginación, así como también de transmitir la cultura y la lectura de manera generacional. “Soy la abuela de los cuentos, de los títeres y a la que le piden libros de animales… En nuestra casa siempre hubo libros y se leyó el diario, aún en momentos de dificultades económicas. Creo que los mayores somos el reflejo de los niños y si nosotros no leemos, difícilmente lo hagan ellos. La lectura nos hace ver otro mundo y siempre decimos que la Biblioteca es un lugar con todos los mundos”, reflexionó. Y agregó: “Hay un dicho de Mafalda que expresa que ‘vivir sin leer es peligroso, porque te obliga a creer en lo que te digan’”.
Por otro lado, consideró que las nuevas tecnologías modificaron los hábitos de lectura y se refirió a la adaptación de las bibliotecas frente a este contexto como también al potencial del libro en formato tradicional: “Estar en contacto con el libro es algo único. Sentir el olor del papel y dar vuelta la página... El desafío lo vemos y vivimos día a día con quienes tenemos enfrente, que son los niños y que nos van mostrando las distintas situaciones que elaboran y transmiten. Antes llegábamos a la librería y llevábamos historietas de Patoruzito o Don Nicola. Más en los pueblos chicos en los que la televisión no funcionaba tanto. Lo cotidiano eran la radio y revistas como Anteojito o Billiken… Hoy en muchos casos quizás no conocen lo que es un diario, entonces es un cambio de paradigma”. Del mismo modo, valoró a la Biblioteca Digital de UTEDYC como una herramienta que permite impulsar y hacer llegar la lectura a miles de afiliadas y afiliados de todo el país.
Para concluir, Claudia Bustamante deseó: “Es fundamental promover la lectura y acercarse a las bibliotecas populares. Hay muchísimas en todo el país; que vayan y se animen a leer. Cuando los chicos dicen ‘no sé leer, seño’, les digo que inventen su propia historia. Y a partir de allí empezarán a querer saber qué dicen las letras cuando las juntamos”.
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