El 26 de julio de 1952, a los 33 años, falleció María Eva Duarte de Perón, víctima de un cáncer que la hizo padecer durante meses. En su septuagésimo aniversario, desde UTEDYC la recordamos por su legado aún vigente en el pueblo argentino por sus acciones solidarias embanderadas en el valor de la Justicia Social.
Evita puso su cuerpo y su alma en proteger y dignificar a la gente humilde, a sus “descamisados”, y llevó adelante la lucha para ampliar y defender los derechos de las y los trabajadoras/es.
Entre estas acciones, destacamos su promoción del trabajo social y la participación política e igualitaria de las mujeres. En esta lucha, fue fundamental su impulso al proyecto de Ley del Sufragio Femenino 1947. Logro que vio sus frutos en el mismo año de su fallecimiento: 1952.
Desde la Fundación que lleva su nombre promovió la creación de escuelas, hogares de ancianos, la ciudad de los niños, casas de refugio para madres solteras y colonias de vacaciones.
En su corta vida ejerció las funciones de Primera Dama de la Nación Argentina, Presidenta del Partido Peronista Femenino, Presidenta de la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte y Jefa Espiritual de la Nación.
Su fuerte vínculo con los sindicatos y sostén del Movimiento Obrero Organizado queda plasmado en el libro que compila sus discursos en los diferentes gremios. En sus palabras dirigidas a los trabajadores y trabajadoras se constata la gravitación que ejercía en nuestro sector: https://museoevita.org.ar/companeras-y-companeros/.
Setenta años han pasado desde su fallecimiento, pero hoy, más que nunca, el nombre de Evita palpita en las calles de nuestro país, en las voces de quienes continúan reclamando una vida digna, con paz, pan y trabajo. UTEDYC une su voz a este clamor, acompañando a las/os compañeras/os en su lucha y levantando las banderas de la Justicia Social.