Edición N° 109 | Abril 2023
Los mosquitos Aedes Aegypti hembra son la principal fuente de transmisión del dengue (también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika). Esta especie pica durante el día, con el período de alimentación más activo 2 horas antes y 2 horas después del amanecer y atardecer. Algo característico es que este mosquito tiene hábitos domiciliarios, por lo que la transmisión es predominantemente doméstica.
El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados. El mosquito pica a una persona infectada e ingiere la sangre con el virus del dengue, el cual se incuba en el mosquito por un período de 8 a 12 días. Luego el mosquito comienza a transmitir el virus, picando a otras personas.
La única forma de controlar esta enfermedad es la prevención, siguiendo estas medidas:
- Mantener tapados los tanques y recipientes con agua - Utilizar repelentes o insecticidas - Cambiar el agua de los bebederos de animales cada 3 días lavándolos con esponja - Cambiar el agua de los floreros, platos bajo macetas y colectores de desagües -Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, proteger cunas y coches de bebé con telas mosquiteras - Mantener limpias o vacías las piletas de natación fuera de la temporada.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a esta enfermedad en dos formas de presentación: dengue y dengue grave.
Algunas problemáticas sociales y de salud que afectan a hombres y mujeres pueden impactar a estas últimas de manera diferente, como por ejemplo:
1) El dengue es una enfermedad caracterizada por fiebre de menos de 7 días de duración, sin afección de vías aéreas superiores, acompañada de dos o más de los siguientes síntomas:
2) Por otra parte, el dengue grave se presenta en aquellos pacientes con diagnóstico de dengue y presentan uno o más de los siguientes síntomas:
En los/las pacientes con sospecha de dengue es necesario evaluar la presencia o no de signos de alarma (dolor abdominal intenso y continuo, vómitos persistentes, derrames serosos, sangrado de mucosas, hepatomegalia, somnolencia o irritabilidad y alteración rápida del laboratorio).
El diagnóstico definitivo de infección por dengue se hace en el laboratorio y depende de la detección de anticuerpos específicos, del antígeno viral o el ARN viral en el suero. El hematocrito y el recuento de plaquetas son los exámenes de laboratorio clínico indispensables.
Aquellos pacientes con dengue sin signos de alarma (y sin enfermedades concomitantes) pueden hacer seguimiento ambulatorio de la enfermedad mientras que, en los demás casos, se requiere internación. Asimismo, quienes poseen dengue y comparten síntomas con el COVID-19, es indispensable que no se automediquen y concurran de manera inmediata a la consulta médica.