Entre las innovaciones que este año UTEDYC incorporó en el proceso eleccionario se destaca la participación de la red de asociaciones e instituciones de la sociedad civil RED SER FISCAL. Por primera vez, un sindicato argentino solicita una observación externa para observar las elecciones. Una experiencia de aprendizaje mutua, relatada por dos de sus integrantes: el cofundador y coordinador nacional Claudio Bargach, y la cofundadora y coordinadora nacional legal y de capacitaciones Claudia L. García.
Ser Fiscal es una organización “ciudadana, política, no partidaria, que tiene por objetivo, entre otros, el cuidar al ciudadano en el acto electoral, asistir a quienes tienen debilidad estructural para constituirse como fiscales e impulsar acciones innovadoras que posibiliten un mejoramiento del sistema”. Con estas palabras, Claudio Bargach presenta la organización Ser Fiscal en el libro que compusieron para sus 10 años de vida.[1]
Por su parte, al final del libro Claudia L. García, añade: “La RED SER FISCAL asumió el compromiso voluntario de trabajar en pos del mejoramiento del proceso electoral dotándolo de mayor legitimidad, mediante la fiscalización electoral, la información y la capacitación de la ciudadanía”. Después de diez años, “ya se pueden verificar resultados positivos en torno a la participación ciudadana, la transparencia electoral y al mejoramiento de la calidad de vida electoral de nuestro país”.
En efecto, desde 2009 la red promueve políticas públicas para crear conciencia acerca de la transparencia electoral como base del sistema democrático. Fiscalizar contribuye a evitar y a contrarrestar cualquier intento de fraude o de ataque a las normas elementales de transparencia electoral. Para ello convocaron voluntarios en todo el país para que donen dos días de su vida cada dos años y ejerzan la facultad de fiscalizar elecciones. En la actualidad, esta red federal de ONGs tiene presencia en casi todas las provincias.
En el comienzo de nuestra entrevista, comentan entusiasmados estos logros:
En 2013 aportamos la fiscalización para distintos partidos de más de 43.000 mesas, con lo que se cubrían casi la mitad de las mesas en todo el país. En ese momento fue un boom. Los partidos se habían olvidado del tema de la fiscalización y no había una mirada ciudadana. Nosotros aportamos eso: es una gotita en un océano, pero es un cambio cultural importante. Hoy cualquier partido que quiere intervenir en una elección sabe que la fiscalización es central. Ahora empezamos el proyecto “votá informado”.
- Es para que se conozcan los candidatos de las listas sábana, ¿no?
Sí, apuntamos a recabar datos personales de los candidatos, antecedentes educativos o de sus actividades, sean públicas o privadas, si fueron funcionarios, etc. Mostrar quiénes son los candidatos tiene las dos caras de la moneda: es bueno que la gente conozca a quienes están en todos los lugares de las listas, no sólo el primero y el segundo, tanto por sus trayectorias positivas como por las negativas. Si bien no somos representantes de un partido, sí creemos en la política partidaria como la columna de la organización electoral, donde se genera quienes van a ser diputados, funcionarios, etc. Estamos en contra de la debilidad del sistema y de que se haga trampa en los procesos electorales cambiando o eliminando boletas.
Nosotros proponemos el sistema de boleta única de papel. Estamos haciendo una campaña ciudadana en la que ya tenemos 140 mil peticionantes para llevar la propuesta al Congreso. Tenemos equipos en todo el país y capacidad para hacer observaciones externas en donde se necesite.
- ¿Y la boleta electrónica?
Hicimos un libro sobre ese tema. Capital, Salta, Chaco y Neuquén probaron el sistema y algunos lo mantienen. Tiene dos contras: una es el costo: es muy caro en una Argentina con problemas económicos; otra, es la desconfianza que genera, incluso de los informáticos, porque la inteligencia del sistema depende de alguien que tiene propiedad intelectual. El temor es no poder seguir la trazabilidad del voto. Tenemos que dar la mayor seguridad posible al elector de que su voto va a llegar a quien elige. Trabajamos con ingenieros de la UTN para analizar y controlar esa trazabilidad. El sistema tiene que ser como LINUX, un sistema abierto que no sea de un privado. Tendrían que intervenir organizaciones, universidades, partidos políticos para cuidar la seguridad y democratización del sistema. Como eso es muy caro, estamos proponiendo la boleta única de papel.
- ¿En qué consiste?
Es una boleta amplia de papel donde figuran las primeras cabezas y se dan opciones de marcar a algún candidato, votar en blanco... En los consulados y en las cárceles se vota con este tipo de boletas. Tiene las ventajas de ser económico y de cuidar el medio ambiente, y evita el trampeo con boletas que se entregan bajo puerta o en las plazas de los pueblos, entre otras modalidades. Lo que comúnmente se dice “la militancia de las boletas”. Con la boleta única habría más igualdad entre partidos grandes y chicos. Salvo Uruguay, que tiene nuestro mismo sistema, y Brasil y Venezuela, que tienen boleta electrónica, los demás países usan boleta única en papel. Es el sistema que usaron durante la pandemia en Europa, donde no se suspendieron las elecciones.
Estamos haciendo capacitaciones en colegios secundarios, ahora que se vota desde los 16 años. Para el 2023 apuntamos muy fuerte a capacitar a los jóvenes a través del uso de plataformas, de juegos interactivos y otras modalidades que les resulten atractivas.
LAS ELECCIONES EN UTEDYC
- Precisamente, el uso de la tecnología fue muy importante en las elecciones de UTEDYC este año… El equipo de informática y sistemas fue excelente. Ver los resultados on line, a medida que los iban teniendo todas las seccionales fue sumamente interesante para nosotros.
- ¿Habían observado antes alguna elección sindical?
No tenemos registrado que haya habido observación en ningún otro gremio, en Argentina. No sabemos si habrá en otros países de la región, creemos que tampoco. Esta experiencia de UTEDYC es pionera, es de punta. Tiene que haber varios componentes para que se dé esta articulación: conocimiento de la organización, respeto mutuo, y la apertura de la organización gremial que solicite un control externo y el acompañamiento de alguien que tiene cierto prestigio en la tarea de fiscalizar.
- Entonces para ustedes fue una experiencia nueva...
Sí, fue una experiencia nueva porque es un cambio cultural dentro de la cultura gremial. Si bien algunos de nosotros tenemos experiencia gremial, hay algunas diferencias en la organización sindical, en el código electoral que se pueden ajustar y que tienen que ver con otras cuestiones.
Lo enriquecedor para nosotros fue el trabajo diario en conjunto con cada uno de los integrantes de la junta electoral Nacional y con los abogados, Josefina y Sebastián, que son espectaculares… Destacamos la coincidencia en los criterios de cómo llevar adelante todo el proceso de una manera integral, tranquila. Coincidimos en los valores de la transparencia y del orden para que todo fuera de la mejor manera posible, que todas las resoluciones fueran lo más justas… Teníamos el mismo objetivo y las mismas maneras de encarar las dificultades que se iban presentando. A veces hay vacíos legales para ciertos casos y hay que buscar algún fallo, y ver cómo se resuelven. Siempre estudiando buscamos que fuera equitativo y justo. No hay un código electoral sindical. Hay un proyecto que encontramos y en el sindicato ya lo han visto, sería interesante poder plasmarlo en un código que fuera común a todas las asociaciones sindicales.
- ¿Desde cuándo comenzaron en UTEDYC?
Cinco miembros de nuestra organización, dos de ellos abogados senior, especializados en temas electorales concurrimos desde el primer día, el 1º de septiembre. Fue un proceso, con diferentes etapas. El 15 de septiembre, acompañamos la presentación de las listas. Ese día estuvimos todo el día, hasta las 12 de la noche y luego elevamos un informe. Observamos que hubo mucha apertura para que pudieran participar todos los que quisieran, facilitaron el diálogo para crear acuerdos.
Entre las tareas que la Red realizó se incluyen: observación, consultas, asesoramiento en la preparación de documentación (actas, planillas), brindar herramientas que faciliten el desarrollo del proceso electoral. Hay temas muy afines a las elecciones políticas. También colaboraron en las consultas sobre derecho electoral, trasladándolas a la Cámara Nacional Electoral, para tener criterios respaldados por el organismo con mayor autoridad en la Justicia, lo cual implica un gran apoyo a las decisiones que se toman.
En la segunda etapa organizamos y dictamos las capacitaciones en las 54 seccionales, en algunas en forma presencial (Chaco, Mar del Plata, Rosario y Zona Oeste) y en otras virtual. La idea fue empoderar a los presidentes de mesa en su papel de árbitro y de autoridad máxima de la mesa. Una fórmula que sugerimos es que tienen que ser firmes pero amables. Para ejercer esa función les dábamos herramientas para que resolvieran las dificultades que se pudieran presentar.
En términos generales se dio un buen resultado el día de la votación. Hubo algunos detalles formales en la entrega de la documentación, pero eso es parte de cualquier elección. En los lugares donde había competencia las definiciones fueron muy claras, por lo que no hubo ninguna dificultad.
- Entonces su participación fue positiva para las dos partes…
Sí, para nosotros fue una experiencia positiva, muy interesante, grata y enriquecedora. Y es un mensaje de un gremio para los otros gremios. Ojalá muchas otras organizaciones sindicales y no gubernamentales vean esta posibilidad y la adopten… De allí la importancia de la difusión. Ya están en nuestro curriculum y salieron notas en sus redes, en Télam, en Infogremiales… Para que eso suceda los gremios tienen que tener un espíritu como el de UTEDYC, con una apertura y con la decisión de hacer las cosas bien. Pues lo mismo que en las elecciones, hace al buen desarrollo y a tener la convicción de que hay que ganar por buenos medios. Eso facilita, pues una visualización externa tranquiliza también a los eventuales opositores. Sirve mucho porque es una integración, un aprendizaje de ida y vuelta. Un “enseñaje”: se enseña y se aprende al mismo tiempo. Nosotros aprendimos mucho sobre la militancia gremial, sobre cómo es el proceso electoral sindical. Vimos un gran compromiso de la gente con su gremio: los presidentes de mesa querían capacitarse y mostraban ganas de mejorar dentro de su ámbito de actividad y de dar su grano de arena para que todo mejore. Ver eso es muy lindo. El trabajo de la Junta Electoral Nacional fue bárbaro… Si tuviéramos que fiscalizar las elecciones de otro sindicato, ya sabríamos mejor cómo hacerlo.
[1] AAVV (Autores Varios), Ser Fiscal - 10 años. CABA, Ed. REC, Daniel Ríos & Círculo Rojo, 2019.