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Silvia Laham en #UTEDYCenVIVO

"El manejo de las emociones ante un escenario de cambio."

Dale PLAY y reviví la conversación.
El jueves 11 de junio, la edición del ciclo #UTEDYCenvivo estuvo a cargo de la Psicóloga Social y Grafoanalista Silvia Laham. Silvia es coach en Programación Neurolingüística y da capacitaciones sobre temas de comunicación, trabajo en equipo y responsabilidad social empresarial. Su exposición se basó en las premisas teóricas de la Inteligencia Emocional y giró en torno al tema del manejo de las emociones en el contexto actual de pandemia y del aislamiento social. Presentamos aquí los contenidos más importantes de su disertación, que se estructuró en cinco puntos fundamentales: el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía, la motivación y las habilidades sociales.

Las rutinas son necesarias como organizadores: los horarios de trabajo, de viaje, del colegio de los chicos en el colegio, de actividades e incluso de los encuentros familiares durante los fines de semana. Tenemos agendado internamente y casi sin darnos cuenta, un horario que, aunque a veces nos pese, es también un gran organizador. Hace 60 días, y sin previo aviso, todo eso cambió. En un primer momento para muchas/os comenzamos a hacer lo que siempre relegábamos, como ordenar o arreglar las cosas que quedaban en la lista de pendientes, pero a los pocos días comenzamos a sentirnos diferente, a veces como vacíos, mal, a veces bien... Nuestras rutinas cambiaron radicalmente: Entre ellas, el manejo de horarios y la nueva organización. Por ejemplo, el uso compartido de internet en la familia, cuando hay varias personas conviviendo y cada una/o tiene diferentes actividades: trabajar, reunirnos, clases de los chicos, e incluso, ¡video cumpleaños!

En todo este sistema hemos ajustado, tal vez sin darnos cuenta, algunos conceptos que tienen que ver con las emociones. La Inteligencia emocional, que ha profundizado en el estudio de las emociones, se sostiene sobre cinco ejes.
• Autoconocimiento 
• Autocontrol
• Empatía
• Motivación
• Habilidades Sociales

Autoconocimiento: implica reconocer los propios estados de ánimo, nuestros recursos, nuestras emociones y cómo nos afectan, cuáles son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles. Conocernos implica, ante todo, conocer nuestras emociones, y luego, aceptarlas. A veces confundimos emociones con sentimientos. Las emociones básicas son la ira, la alegría, la tristeza, el asco y el miedo. En cambio, cuando hablamos de sentimientos, nos referimos a estados tales como “sentirse” agradecido, enamorado, frustrado, decepcionado, inquieto, motivado, etc. 
Durante esta cuarentena, nuestras emociones básicas, dijeron “presente” seguramente en varias ocasiones, especialmente, porque ante el cambio, aparece la resistencia, y cuando aparece la resistencia al cambio aparece el miedo y la angustia. Pero si bien hay que permitirse sentir miedo o angustia y no negarlos, no debemos dejar que el miedo y la angustia se queden. Ante estas emociones, la respiración profunda y el cambio de foco del tema que nos preocupa, ayudan a salir de esos estados. Al respirar profundamente, se irriga y oxigena el cerebro y se liberan las tensiones.

Autocontrol: Es la capacidad de ejercer dominio sobre uno mismo, de poder controlar las propias emociones y estar tranquilo para poder afrontar cada momento de la vida con mayor serenidad y eficacia. Esta situación nos ha puesto a prueba a todos/as. Es complicado encontrar equilibrio en un mismo espacio físico que tiene que funcionar como vivienda, trabajo, estudio y esparcimiento. Esto ha sido tan difícil para el que está solo como para quien está en familia, pues a todas/os nos cambiaron las rutinas que organizaban nuestra vida. ¿Qué podemos hacer para ejercer el autocontrol? Algunos consejos son:
- Buscar calma
- Monitorear nuestro estado nervioso
- Anclar nuestros buenos momentos
- Manejar nuestro “critico interior”
 
Encontramos calma cuando respiramos profundo, o practicamos meditación, yoga, mindfulness, el método Feldenkrais, u otras técnicas de relajación y trabajo de conciencia corporal. Además de la respiración, podemos recordar o evocar momentos de alegría que hemos vivido y visualizar lugares o situaciones que nos reconfortan, escuchar música que nos calma, etc. Las emociones pasan por el cuerpo y es importante prestar atención a lo que ocurre en nuestro cuerpo. Para “monitorear nuestro estado nervioso”, por ejemplo, observamos si nos sudan las manos, si se agita la respiración. Detectar esos estados (enojo, nervios) nos permite estar alertas y avisar a quienes nos rodean que estamos atravesando esa emoción. “Anclar en nuestros buenos momentos” significa rescatar las cosas positivas de esta nueva experiencia. Por ejemplo, podemos dormir más o levantarnos más tarde. “Manejar el crítico interior” tiene que ver con no ser tan exigentes con nosotras/os mismas/os. Siempre pensamos que deberíamos haber hecho mejor las cosas. En este momento es importante proponerse metas acotadas y, en caso de cumplirlas, premiarse con algo. (En mi caso, que soy antitecnológica, cuando aprendí a usar el zoom, me regalé una salida, una vuelta a la manzana).

Empatía: es la capacidad de sintonizar con los sentimientos o preocupaciones de la otra persona. Eso puede generar sentimientos de preocupación y tristeza ante la necesidad de la otra persona. Pero también, de alegría y entusiasmo ante lo que se nos está contando. La empatía también ha sido puesta a prueba luego de los primeros días, cuando nos fuimos acomodando a la nueva “rutina” de ocupar espacios que no nos eran habituales. Entender y, por sobre todo, poder respetar al otro, sin enojarnos, sin juzgar. Se trata de poder ponerse en los zapatos del otro, y que el otro pueda ponerse en los míos.
Motivación: Implica voluntad de logro; tener entusiasmo independientemente del resultado. Después de unos días de aislamiento, descubrimos lo que realmente queríamos, y pudimos focalizar mejor. Para sostener la motivación, también hay algunos consejos:
- Focalizar en lo que SÍ queremos y no en lo que NO queremos
- Establecer un marco temporal para los objetivos y poner pequeños plazos
- Imaginar pequeñas recompensas para los logros o avances.
Habilidades Sociales: Somos seres sociales, como tales, entablamos relaciones laborales, familiares, con amigas/os, etc. Las habilidades sociales son “el conjunto de estrategias de conducta y las capacidades para aplicar las conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que está”. Este eje fue muy alterado, y tuvimos que aprender nuevas habilidades o a modificar las que teníamos para traspasar una pantalla y poder llegar a los demás. A pesar de las dificultades iniciales, lo hemos logrado. Seguramente, nos costó algunas de las emociones que vimos anteriormente, como la ira, cuando tenemos dificultades con internet y no logramos conectarnos, o la alegría, como ver las caras queridas en las videoconferencias con familiares y amigas/os. Aún a través de la pantalla y del barbijo, las emociones se expresan y transmiten. Para seguir desarrollando las capacidades sociales recomendamos:
- Saber qué queremos obtener de nuestras relaciones
- Aceptar los sentimientos de los otros
- Hacer rapport (sintonizar con la/el otra/o)
- Hablar su lenguaje
Estamos aprendiendo nuevas rutinas, compartidas de otra forma, trabajando de otra manera, llegando a las/os compañeras/os desde otro lugar. Por ello, es importante tener en cuenta nuestras emociones, conocerlas, y tener en claro estos cinco aspectos de la inteligencia emocional, que facilitarán el transito que aún nos falta para llegar a otra nueva rutina, la que nacerá después de la cuarentena.