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Pepe Sánchez
en #UTEDYCenVIVO

 "Alto rendimiento: hábitos para la vida"

Dale PLAY y reviví la conversación.
El jueves 20 de agosto, en el marco del ciclo #UTEDYCenVIVO, conversamos con el ex basquetbolista, campeón olímpico con la “Generación Dorada”, Juan Ignacio Sánchez. “Pepe” –así lo conocemos- nos dio una lección a todas/os, seamos o no deportistas. Es que si bien el “alto rendimiento” parece un requisito asignado a los atletas o deportistas de elite, en la sociedad actual la productividad y la competitividad se han tornado exigencias diarias para todas y todos. De un modo u otro, estamos obligadas/os o comprometidas/os a poder “rendir bien”.

Por ello, Pepe Sánchez enfocó su exposición en un tema que nos interpela: los hábitos para la vida. Podríamos agregar, “para una vida sana”, “de buena calidad”.

En este punto, la disertación de Pepe Sánchez se conecta con la charla sobre las rutinas que diera la Lic. Silvia Laham en este mismo ciclo en el mes de junio. Desde las teorías de la Inteligencia Emocional, la Psicología cognitiva y los estudios sobre el cerebro que circulan en las últimas décadas, ambos hicieron hincapié en que mente y cuerpo se alinean cuando los favorecemos desde la práctica de hábitos saludables.

Los más básicos entre ellos incluyen: aprender a comer, a dormir y a respirar.

Con respecto a tener una alimentación sana, Pepe dijo que es tan importante saber qué NO hay que comer como lo que sí es saludable. “Todos sabemos que hay que comer verduras y frutas, y en dosis…” También hizo referencia a los horarios de las comidas y algo fundamental: hay que escuchar al cuerpo.

En este sentido, Pepe no da consejos generales: cada una/o sabrá cuándo y en qué medida comer. Comentó que desde hace unos años él dejó de imponerse un desayuno, y come recién cuando su cuerpo se lo pide, cuando tiene hambre. Puede almorzar a las 3 o 4 de la tarde…

Tan importante como comer bien es hidratarse regularmente: un vaso de agua a la mañana y otro antes de irse a dormir son indispensables. Y luego, tomar agua durante el día.

Otro hábito fundamental es el del descanso. El buen dormir se logra a través de una preparación, una serie de acciones que incluyen comer temprano, bajar las luces de la casa y tener una temperatura ambiente de 15 o 16 grados (es mejor taparse bien, y que el ambiente esté fresco). Se puede recurrir a esencias aromáticas para ayudar al cuerpo a relajarse. Advirtió también sobre el uso de las pantallas.

El bienestar digital tiene que ver con un buen uso de los dispositivos. “Toda nuestra vida se rige por lo digital. En el 2007 no existían las redes y ahora ese mundo digital nos come por dentro. No estoy en contra de las redes, pero hay que usarlas en dosis pequeñas” para cuidar nuestra postura corporal y para no aturdirnos mentalmente.

El otro hábito esencial, y tal vez más ‘invisible’ –como él lo denominó- es el de la respiración.
Aprender a respirar es fundamental para todo: para hablar y dar clases o charlas y hasta para recuperar la concentración en medio de un partido. La respiración es clave para volver al eje y manejar las emociones.  

Cuando el cultivo de estos hábitos saludables se suma a las cualidades técnicas y físicas y a un entrenamiento adecuado, un jugador puede llegar a convertirse en un atleta de altísimo rendimiento. Como ocurrió con Facundo Campazzo, quien pasó de jugar en la Liga Argentina, a la NBA y al Real Madrid.

El alto rendimiento, entonces, no tiene barreras. Los hábitos para la buena vida se tornan herramientas, que aplicadas día a día, tienen un impacto directo en la potencialidad. Modifican la fisiología y la química del cuerpo. Precisamente en estos tiempos de incertidumbre, el cuerpo es el único que puede generar certeza. Ir a caminar, en un momento de ansiedad, es un modo de activarse y producir un nuevo pensamiento. Mente y cuerpo están unidos. Es preciso moverse, estar activos, porque “una sociedad que no se mueve, es un gran problema para el sistema de salud.”

“No hay límites de edad para empezar a practicar estos hábitos. Un pequeño hábito cada día puede generar la diferencia para tener mejor calidad de vida, más longevidad y para combatir el cansancio y la ansiedad. Están al alcance de todos. Es un famoso entrenamiento invisible”. Y como dijo El Principito “lo esencial es invisible a los ojos”.

La exposición de Pepe se convirtió en verdadera charla con el nutrido intercambio con las preguntas del público, que participó del evento a través del zoom o del Facebook Live de Utedyc Nacional.

Una de las preguntas se refirió al factor de las emociones cuando se practica un deporte como el básquet a nivel profesional. La pregunta le dio pie a Sánchez para analizar los métodos de entrenamiento. Ahora que ya no compite, sigue comprometido con el deporte desde el centro de alto rendimiento fundado por él en Bahía Blanca, su ciudad natal. Allí aplican un método que resume en el lema “menos es más”. En vez de someter a los deportistas a rutinas de ejercicios basadas en la repetición y en la idea del sacrificio, en el Dow Center se propicia el disfrute. “No hay que sobreexigir al cerebro”. “Hoy hay evidencia científica que es todo lo contrario a lo que se hacía antes. El cerebro vuelve a entrenar cuando dormimos”, pues lo que disfrutamos motiva al cerebro y queremos volver a hacerlo.”

Por esta razón, Pepe Sánchez piensa que en los clubes es necesario cambiar el foco y en vez de ponerlo en la competencia, deberían ponerlo en el disfrute y en la diversión. Así, no quedarían tantos talentos en el camino. Habría que repensar el rol del deporte para que más gente lo pueda aprovechar. Puede ser importante en situaciones como la que estamos atravesando. Se vio cómo tanta gente, durante la pandemia, se refugió en el deporte.

Varias preguntas aludieron a la definición de “equipo” y a la importancia de los roles de los jugadores dentro del equipo. También a cómo en la generación dorada, con tantas individualidades se logró una unicidad.

Para responder, Pepe hizo una primera distinción entre “equipo” y “grupo”: “Un grupo pasa a ser un equipo cuando hay un objetivo que une a todos, más allá de los incentivos individuales. Con la generación dorada lo entendimos y también tuvimos la suerte de que todos nos hicimos muy amigos. Éramos un grupo de jugadores que comprendimos que, para lograr algo increíble, debíamos poner todo al servicio del equipo. Cuando los roles se cumplían bien, nos convertíamos en un bloque, en un verdadero equipo y en ese momento comenzaba la magia. Más allá del talento, es fundamental tener la capacidad para asumir el rol que corresponde.”

Al referirse a las distintas idiosincrasias de los equipos nacionales, Sánchez comentó que tanto los argentinos como los serbios somos competitivos, y también talentosos. Su hipótesis es que esto deriva de nuestro constante poder de adaptación al entorno. En entornos más estables, se generan especialistas, pero que si a esos especialistas les cambian su entorno, no saben qué hacer. “Cuando podemos sumar roles al talento, nos convertimos en potencia. De ahí salen los equipos”.

Dado que hubo preguntas sobre los hábitos de los jóvenes y su iniciación en el deporte, Pepe Sánchez se refirió no sólo a su propia experiencia sino al proyecto actual en el Dow Center, donde las chicas y los chicos pueden vivir y practicar deportes. “Allí pueden encontrarse tanto los equipos profesionales como la comunidad en general. Es un centro de entrenamiento que tiene vida los 365 días del año, durante las 24 horas; un espacio donde la gente puede estar en contacto con los atletas de alto rendimiento y viceversa.”

Con esta idea -que los deportistas no estén alejados de la sociedad-, Pepe Sánchez cerró su charla, que cosechó cientos de mensajes de felicitaciones y saludos de todo el país.