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Agustina Bazterrica
en #UTEDYCenVIVO

“El poder de la Palabra: el largo proceso de la escritura”.

Dale PLAY y reviví la conversación.
El jueves 1º de octubre tuvo lugar una nueva edición del Ciclo #UTEDYCenVIVO. Su protagonista fue la escritora y Licenciada en Arte, Agustina Bazterrica, ganadora del Premio Clarín Novela 2017, con Cadáver Exquisito.

Precisamente, Bazterrica comenzó su charla refiriéndose al proceso de escritura de esta novela, que ya cuenta con cinco ediciones y se ha traducido a siete idiomas. Cabe resaltar que la Biblioteca Virtual de UTEDYC ya cuenta con varios ejemplares de este libro y también, con su último libro de cuentos Diecinueve garras y un pájaro.

La escritora relató que su idea de la novela comenzó a gestarse en el restaurante de su hermano Gonzalo, quien es chef y “estudioso de la alimentación consciente... A través de su búsqueda, entendí que la alimentación puede enfermar o curar. En ese proceso, dejé de comer carne. Cuando paso por una carnicería, veo cadáveres colgando. Una vez me pregunté: ¿por qué no pueden haber humanos en ese lugar?, o ¿qué pasaría si nos comiéramos de forma literal? Nos ubicamos como especie para poder animalizar y matar. Es un círculo de violencia que no termina, en el que nos devoramos a la otredad”.

Para abordar con precisión el tema crucial de esta novela distópica -el canibalismo- la escritora investigó en fuentes de diversas perspectivas teóricas, tales como los ensayos Pensar caníbal, de Adolfo Chaparro Amaya, Extraños animales, de Mónica Cragnolini y Comí, de Martín Caparrós. También se nutrió de lecturas de ficción narrativa, como El entenado de Juan José Saer, La vegetariana, de Hang Kang, y De ganados y de hombres”, de Ana Paula Maia. 

La autora detalló: “Estuve investigando sobre el tema durante varios meses, leyendo y mirando muchos videos de cómo faenaban pollos, vacas y cerdos, por ejemplo. Todo ese proceso me llevó aproximadamente seis meses. Y luego, cerca de un año y medio para escribir la novela. La intención no fue escribir un panfleto vegano ni desarrollar una obra que diga cómo pensar o hacer, sino generar cuestionamientos y movilizar, para que las personas vean el mundo de otra manera. La denuncia en la literatura la llevo en la sangre. Mi análisis nunca es definitivo, porque nada consuela más al novelista que descubrir lecturas que los lectores sugieren”.

Por otro lado, la gestora y curadora cultural del ciclo de arte Siga al Conejo Blanco, expresó que muchos lectores que al principio se horrorizaban con la temática, luego la naturalizaron: “Para que ello suceda, tienen que aceptarlo de manera desapasionada, tal como ocurre con tantas costumbres que no cuestionamos. Pienso en todas las matrices, como la que impulsa la industria de la leche, que nos dice que debemos consumir leche de vaca. Entonces, me pregunto ‘¿no está destinada a los terneros?’ Lo mismo acontece con la matriz de la belleza, que instala un modelo hegemónico y que, para llegar a ese ideal, muchas personas se someten a operaciones riesgosas, se colocan implantes, se matan de hambre y se torturan con culpa; o también con la matriz represora, propia del patriarcado. Hasta hace algunos años no se hablaba de ‘femicidio’, sino de ‘crimen pasional’. Son mecanismos de persuasión y tienen sustento en el miedo, en los medios, en los grupos de poder y también en el lenguaje”.

En tal sentido, definió: “Las palabras son muy poderosas y crean la realidad. Pueden cambiarla o petrificarla. Las que decimos, o dejamos de decir, expresan nuestra manera de posicionarnos en el mundo. El lenguaje nunca es inocente, siempre es político y está permanentemente en movimiento. Es un canal a través del cual la comunidad normaliza situaciones que, si se las nombrara tal cual son, generarían una reacción distinta. En Cadáver Exquisito construí una nueva realidad -comer humanos- y no utilicé, por ejemplo, el término caníbal. El arte, la literatura y la poesía promueven el desocultamiento, revelan y develan. Afortunadamente, hay personas que cuestionan el discurso oficial. Son quienes saben leer la trama compleja de la realidad y que van más allá de la matriz”. 

Por otra parte, en relación con los atributos que debe tener una escritora o escritor, consideró: “En primera instancia, debe ser un gran lector. Pero, además, requiere mucho trabajo y frustración, porque en ocasiones se puede llegar a tardar mucho tiempo en escribir una novela y, luego, por un determinado motivo, no se puede publicar. A partir de querer escribir y de dedicar una enorme pasión y seriedad, va a surgir el ser escritor”.

Para concluir su disertación y previo a dar lugar a las preguntas de las afiliadas y afiliados de UTEDYC, Agustina Bazterrica aseveró: “Esta distopía pareciera que me ubica en el lugar de aquellas personas que piensan que la humanidad está perdida, pero para mí es todo lo contrario, porque espero que sea una voz de alerta, un clamor para el cambio; jamás un gesto de rendición. Confío en nuestra capacidad de transformación. Hay enormes desigualdades y mucho por modificar. Pienso en el lenguaje, el patriarcado y en la inequidad con las mujeres a lo largo de los siglos, pero hoy podemos estudiar, votar, manejar nuestro dinero, escribir y ser presidentas. La enorme injusticia de oprimir y de silenciar a las mujeres poco a poco va disminuyendo y vamos ocupando lugares que antes estaban vedados. También pienso en los adultos mayores, que representan un enorme porcentaje de la población que esta invisibilizada y abandonada. Necesitamos innovarnos y repensarnos constantemente. Capacidad no nos falta. Creo verdaderamente en el poder evolutivo de la humanidad”.